2 de enero | San Juan, Argentina
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Lo importante. Fin de año suele predisponernos un poco mejor a consumir balances y análisis que incorporen la perspectiva temporal. Esta época se convierte muchas veces en un remanso en el frenesí de noticias de actualidad que la mayor parte del tiempo consumimos casi de forma automática.
La pregunta que da origen a esta columna es ¿qué ha cambiado, para bien o para mal, en Latinoamérica en los últimos tres años? Es una pregunta ambiciosa, que bien podría ser el puntapié de una tesis de grado, pero he intentado hacer un buen resumen para no echarme atrás con la idea original.
Recomiendo escuchar la canción que te adjunto más arriba antes de leer.
Explícamelo. América Latina es la región que comprende todo el territorio desde la frontera sur de Estados Unidos hasta el extremo más meridional del continente, en Argentina. Sus 20 millones de kilómetros cuadrados albergan una gran diversidad florística, faunística, mineral y cultural.
A continuación, un breve repaso de los eventos más destacados de la región en los últimos tres años (y lo que pasó después).
📍Centroamérica y el Caribe
México. El país actualmente liderado por Andrés Manuel López Obrador, más conocido como AMLO, atravesó fuertes desafíos en materia de violencia política y ataques a la libertad de expresión durante los últimos años, sumado a traspiés institucionales producto del descontento social con el gobierno de AMLO.
Según datos del proyecto Artículo 19, la violencia contra periodistas se ha reducido considerablemente este año en comparación a las cifras que dejó el 2022.
Sin embargo, tal y como señaló la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, es necesario garantizar una justicia efectiva y evitar la impunidad.
En el ámbito político, AMLO ha tomado algunas decisiones cuestionables como dar luz verde a supuestos proyectos verdes que terminan siendo perjudiciales para el medioambiente, así como una polémica reforma electoral (que fue aprobada).
Haití. La nación insular caribeña tuvo muchísimos titulares a lo largo del 2021 y 2022 producto de una sucesión de crisis políticas, ambientales, territoriales y de seguridad que vulnerabilizaron en extremo a su población.
Tras el magnicidio de Jovenel Moïse, el país fue epicentro de un devastador terremoto e inundaciones que dejaron a miles de personas en situación de calle, sin hogar y desesperadas por conseguir asistencia médica y alimentaria.
La falta de liderazgos fuertes producto del vacío de poder que provocó el magnicidio contribuyó a la proliferación de bandas criminales que desataron una crisis de seguridad en Haití.
La inseguridad y la previsible crisis financiera que se solidificó con la sumatoria de los problemas antes mencionados generó un profundo descontento social que se tradujo en multitudinarias protestas y una ola de migración haitiana hacia países cercanos.
La situación no ha mejorado. Ariel Henry, quien ocupó la presidencia tras el magnicidio de Möise con la promesa de llamar a elecciones a la brevedad, todavía intenta gobernar un país dominado por la incertidumbre.
Guatemala. El año electoral estuvo bastante movidito, empezando por aquel escándalo político que dejó afuera a dos importantes binomios de candidaturas presidenciales previo a las elecciones. La tensión política finalmente tuvo su reflejo en el sorpresivo resultado de las elecciones que dieron como ganador al izquierdista Bernardo Arévalo.
Su aplastante victoria en el ballotage contra Sandra Torres estuvo plagada de intentos por parte del Ministerio Público liderado por el fiscal Rafael Curruchiche de descalificar su candidatura.
Sin embargo, la Corte de Constitucionalidad de Guatemala emitió un recurso de amparo que frenó definitivamente las demandas del Ministerio Público y ha permitido garantizar cierta estabilidad política hasta ahora. La investidura de Arévalo está prevista para el próximo 14 de enero.
Nicaragua. Daniel Ortega asumió su quinto mandato consecutivo como presidente de Nicaragua en 2021. Los resultados de estos comicios son considerados ilegítimos y fraudulentos para una buena parte de miembros de la comunidad internacional, que atestiguan las persecuciones a políticos opositores y los ataques a la libertad de prensa.
En estos años, Ortega ha perseguido a opositores políticos, activistas e incluso religiosos; ha cerrado miles de ONG que abogaban por la defensa de los derechos humanos y más de 30 universidades.
También ha prohibido a los turistas que ingresen cámaras de fotografía o vídeo sin previa autorización de la Cinemateca Nacional, y ha reformado la Constitución Nacional del país para legalizar mecanismos represivos de hipervigilancia ciudadana.
El número. 866 días han pasado desde que los trabajadores del diario La Prensa tuvieron que exiliarse de Nicaragua debido a violentos ataques en las instalaciones de sus oficinas.
En Honduras, la crisis de maras (bandas armadas) todavía persiste. La presidenta hondureña, Xiomara Castro, a quien vimos ganar las elecciones presidenciales en 2021, está intentando aplicar la estrategia abanderada por su homólogo Nayib Bukele en El Salvador.
A Bukele, la estrategia de mano dura parece haberle dado buenos resultados a la hora de controlar las bandas armadas que asediaban el país en 2021. El precio por esa promesa de seguridad ciudadana, sin embargo, ha probado ser demasiado alto.
El presidente de El Salvador lleva casi dos años gozando de las facultades excepcionales que le otorga el haber declarado el estado de sitio en El Salvador, régimen bajo el cual se han cometido numerosas violaciones a los derechos humanos.
También emprendió una reforma del sistema político salvadoreño de carácter territorial y legislativo, asegurándose a sí mismo la posibilidad de ser reelecto en el cargo.
📍Sudamérica
Colombia. Las elecciones presidenciales en Colombia marcaron un hito importante en la actualidad regional. La victoria del izquierdista Gustavo Petro en segunda vuelta prometió un cambio significativo tanto para las tensiones internas que habitan Colombia como para el lugar que ésta ocupa en el esquema geopolítico regional.
La colaboración con el periodista colombiano Brandon Ortiz nos permitió hacer un análisis en profundidad de las décadas de historia que influenciaron ese giro a la izquierda que mostraron las urnas. Una de mis newsletter favoritas, sin duda.
Al mismo tiempo, Colombia ha llevado adelante un proceso de búsqueda de la verdad y de reconstrucción de la memoria a través de la Comisión de la Verdad. Los años de enfrentamientos entre guerrillas y las fuerzas del Estado se cobraron miles de vidas de civiles, cuyas identidades han sido reconstruidas a través de testimonios de sobrevivientes. Tenés que escuchar esto.
Mientras tanto, Petro ha intentado avanzar con su ambicioso plan de paz –no sin numerosas dificultades de por medio– y ha conseguido sortear los obstáculos para concretar algunas reformas de gran trascendencia para la vida de la ciudadanía colombiana.
Perú. Cuando escribí sobre la victoria de Pedro Castillo, un outsider de la política nacional que había logrado triunfar en las elecciones presidenciales de Perú pese a competir con la hija del expresidente Alberto Fujimori, no me imaginé que meses después iba a estar escribiendo sobre el caos que dejó su precipitada salida.
El año y medio que duró su gobierno estuvo caracterizado por una marcada inestabilidad política e institucional bajo constantes intentos de destitución por parte del Congreso con un destacado número de legisladores opositores.
Actualmente, Perú es gobernado por la compañera de fórmula de Castillo, Dina Boluarte, segunda en la línea de sucesión de mando. La mandataria debería haber convocado nuevamente a elecciones, pero se escudó en las violentas protestas (que fueron violentamente reprimidas) para dilatar su estadía en la casa de Gobierno.
No es que sea especialmente apreciada por la ciudadanía peruana, pero la situación electoral parece estar estancada. O Boluarte muy decidida a seguir siendo presidenta.
Chile. La victoria del izquierdista Gabriel Boric en las elecciones presidenciales de Chile sin dudas fue un evento histórico para el país. Sin embargo, los primeros 100 días de Boric estuvieron plagados de situaciones extremadamente desafiantes para el nuevo gobierno; especialmente las protestas mapuches del sur y la crisis fronteriza en el norte.
Paralelo al desplome de la imagen pública de Boric también empezó a ganar terreno un marcado desencanto social con la izquierda que se vió reflejado en el rechazo al proyecto constitucional presentado por la Convención Constitucional de tendencia izquierdista electa en 2021.
El proceso se reinició poco después, configurando una Convención Constitucional de tendencia derechista que también redactó un nuevo proyecto constitucional. Este proyecto fue nuevamente rechazado por la ciudadanía chilena, dando fin a la posibilidad en el corto plazo de reescribir el texto heredado de la dictadura de Augusto Pinochet.
Brasil. ¿Por dónde empiezo? De Brasil hemos hablado largo y tendido a lo largo de estos tres años. Hemos seguido de cerca las amenazas ambientales al Amazonas y las consecuencias de la tala indiscriminada de bosques que promovió Jair Bolsonaro durante su gobierno.
También vimos al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva volver a la arena política para disputarle un segundo mandato presidencial a Bolsonaro, y cómo la violencia política se agudizó durante los meses previos a la cita electoral.
Pese a conservar algunos apoyos significativos que le permitieron ser lo suficientemente competitivo como para llegar a la instancia de ballotage, Bolsonaro no consiguió vencer a su adversario y Lula da Silva se consagró como el siguiente mandatario brasilero. Algo que los seguidores del candidato ultraderechista no se tomaron muy bien.
Una vez superado el ataque a Brasilia, sus 100 primeros días transcurrieron sin mayores incidentes y con un esfuerzo constante del mandatario brasilero para solidificar alianzas regionales que fomenten la cooperación multilateral y el desarrollo latinoamericano. Tiene buena pinta.
Ecuador. La sorpresa electoral del año la dió Ecuador. La mala combinación de un generalizado malestar social condensado en protestas y un juicio político algo flojo de papeles contra el entonces presidente Guillermo Lasso fueron el detonante de un inesperado adelanto electoral en el país.
El proceso estuvo marcado por una crisis de violencia política que tuvo su punto más álgido con el asesinato del precandidato presidencial Fernando Villavicencio.
El descontento social, alarmado por el aumento de inseguridad, confluyó en el apoyo al empresario bananero Daniel Noboa, quien supo aprovechar la exposición mediática para difundir su proyecto de gobierno y logró la victoria.
A diferencia de otros procesos electorales de la región, la segunda vuelta de los comicios ecuatorianos no llevaba implícito un escenario de alta polarización. Esto probablemente le permita a Noboa forjar alianzas que aseguren una estabilidad mínima –y muy necesaria– para gobernar.
En Paraguay no hubo sorpresas. El Partido Colorado, que lleva las últimas siete décadas dominando el escenario político del país, volvió a triunfar en la cita electoral liderado por el candidato Santiago Peña.
Quizás lo novedoso es que Peña responde a un ala del partido opositora a su antecesor, Mario Abdo. Pero, en fin, que la cosa no ha cambiado demasiado.
Uruguay tuvo una importante crisis hídrica hace poco, producto de la sequía, que redujo el acceso a agua potable de los residentes del área metropolitana del país. ¿La buena noticia? Llovió.
El presidente Luis Lacalle Pou puso fin al decreto de emergencia hídrica luego de que las abundantes precipitaciones permitieran recuperar su caudal a los cursos de agua que abastecen la región. Por ahora, salvados.
Finalmente, Argentina. Qué país. Podemos rastrear el derrotero del peronismo desde las elecciones legislativas de 2021, pasando por picos de crisis económica, el intento de magnicidio a la (ex)vicepresidenta Cristina Fernández y discursos varios, hasta arribar al mayor de sus problemas: la falta de liderazgo.
Finalmente, la carrera presidencial. La sorpresa del ultraliberal Javier Milei en las primarias (PASO), estampidas monetarias, la remontada del oficialismo en las generales, el acuerdo de Milei con la derecha tradicional argentina y, finalmente, su victoria en el ballotage de noviembre.
También sus primeras medidas, incluyendo el anuncio del fin de la obra pública y la derogación de la ley que protege a más de un millón de inquilinos de ser desalojados. Al final la serie sobre el pastor evangélico que se convierte en presidente no era tan alocada.
Aun así, no todo es malo. Estoy muy alejada espiritualmente del deporte, pero por este país escribí columnas que hablan de esperanza, resiliencia en la derrota y el mejor día que nos tocó vivir desde 1986. Otras de memoria, y de la importancia de valorar nuestra historia.
Regionalmente sucedieron muchas cosas. El escándalo de los Pandora Papers, la Cumbre de las Américas, las apertura de sesiones de la Asamblea General en Naciones Unidas, la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Cumbre Iberoamericana y los 12 de octubre en Hispanoamérica.
También los informes del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), el acuerdo climático regional y las Conferencias de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Glasgow, Egipto y Emiratos Árabes Unidos.
Todo eso en los últimos tres años.
💡 La idea
Soy lo que me enseñó mi padre
El que no quiere a su patria, no quiere a su madre
Soy América Latina
Un pueblo sin piernas, pero que camina
Retratar una región es un desafío complejo que Calle 13 superó con destreza al escribir Latinoamérica. Creo que hay una belleza indiscutible en los lazos históricos que configuran las identidades culturales, y la manera en que esa identidad colectiva se va entretejiendo con la propia a medida que crecemos.
Sin embargo, habitar una cultura no es lo mismo que hacerla propia.
Pienso en mis raíces latinoamericanas como la madreselva salvaje que crece aferrada a las paredes exteriores de mi casa. Conviví con ella durante muchos años pero reconocer su presencia como algo inextricablemente unido a mi hogar fue una decisión consciente.
Abrazar mi pertenencia a esta región fue un proceso que tuvo lugar en algún momento de estos últimos tres años, mientras escribía sobre Latinoamérica para La Wikly. Me enamoré de nuestra historia, nuestros paisajes, nuestras costumbres y nuestra gente mientras intentaba explicarte a vos, leyéndome a un océano de distancia, las cosas que pasaban acá.
Como seguro sospecharás, la despedida que incluye esta columna es la mía. Con esta última entrega cierro mi etapa de colaboración con la Wikly, pero no quería irme sin agradecerte por darme la oportunidad de reencontrarme con eso que soy.
Originalmente, la newsletter se dedicaba exclusivamente a la cobertura de actualidad estadounidense. Me costó convencer a Emilio de apostar por Latinoamérica, y esa decisión sólo se mantuvo porque ustedes –sobre todo quienes apoyan La Wikly con una suscripción de pago– avalaron el cambio.
Estoy infinitamente agradecida por este tiempo, y espero haber podido retribuir tu confianza con información de calidad. Ojalá mi paso por esta newsletter haya servido para acortar la distancia que nos separa, aunque sólo fuera durante los 10 minutos de lectura.
¿Y ahora? Tiempo al tiempo, que a La Wikly (y a mí) todavía nos queda mucha cuerda para seguir informando. Por lo pronto, ¡feliz 2024!
De nuevo, gracias. Nos vemos en los lugares donde suena Taylor Swift.
Más información en Latinobarómetro.
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Feliz martes,
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