12 de noviembre | San Juan, Argentina
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🎙️ En el podcast de esta semana me acompaña Juan Manuel Millán, tesista de la Lic. en Ciencias Política de la Universidad Nacional de San Juan y militante peronista.
👋 Aguanta hasta el final para un hilo de fondos de pantalla originales. Bienvenido a La Wikly.
👤 ¿Quién es Massa?
Lo importante. El candidato presidencial por el frente de centroizquierda Unidos por la Patria (UxP), Sergio Massa, representa un hito político en la historia de la doctrina política del peronismo en Argentina.
Massa se enfrentará el próximo 19 de noviembre en segunda vuelta con Javier Milei, del partido ultraliberal La libertad avanza.
Que las diferencias con su oponente político sean tan evidentes es un factor que ha contribuido a calmar los ánimos dentro del sector de UxP que no vió con buenos ojos su nominación a candidato presidencial.
El plan de gobierno de Massa retoma los principios y la cosmovisión peronista sobre la forma de gobernar en el país, pero busca cada vez más distanciarse de los principales referentes del sector –por ejemplo, la actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
¿Logrará Massa inaugurar un nuevo capítulo en los gobiernos democráticos de centroizquierda del país?
Para responder esta pregunta, es necesario hacer una revisión de lo que se entiende actualmente por peronismo, kirchnerismo y dónde encaja el candidato en ese entramado político.
Breve historia de la centro-izquierda argentina. Juan Domingo Perón fue un político, militar y presidente argentino. En 1943, Perón participó activamente en un golpe de Estado que derrocó al gobierno conservador de Ramón Castillo. En la nueva administración nacional, Perón encontró un lugar que le daría la popularidad necesaria para catapultarse a la presidencia: el Departamento Nacional de Trabajo.
Liderando la recientemente creada Secretaría de Trabajo y Previsión, Perón logró avances significativos en materia de derechos laborales a la vez que consolidaba legitimidad entre los obreros argentinos.
Algunos sectores militares empezaron a ver con preocupación la creciente popularidad y el sentimiento de lealtad que despertaba Perón en las masas de trabajadores.
En 1944, Perón fue nombrado Ministro de Guerra y, posteriormente, Vicepresidente. Cinco meses después, sin embargo, ganó fuerza el sector militar reacio a su influencia y lo obligaron a renunciar.
Perón fue llevado detenido a la isla Martín García y su desaparición del escenario político argentino encendió una chispa que dio origen al movimiento político más grande de la historia del país.
El 17 de octubre de 1945, miles de trabajadores provenientes mayormente del cordón industrial de Buenos Aires ocuparon la Plaza de Mayo, reclamando la aparición de Perón.
Tal fue la magnitud de la presión que, la noche de ese mismo día, Perón los saludó desde los balcones de la Casa Rosada. Esa victoria no sólo consolidó la figura de Perón como un referente de peso en la política nacional, sino que fue la fecha inaugural del movimiento peronista.
Ese movimiento luego tomó forma a través de la creación del Partido Laborista1, que llevó a Perón a la presidencia en 1946.
La doctrina peronista se estructura en torno a tres banderas políticas: independencia económica, justicia social y soberanía política. El gobierno de Perón se caracterizó por políticas de promoción a la industrialización y la ampliación de derechos políticos, laborales, sociales y culturales.
Una de las medidas más importantes fue la reforma constitucional efectuada en 1949, que incorporó a la Constitución argentina artículos explícitos sobre derechos laborales, igualdad jurídica entre hombres y mujeres o reformas en el poder judicial, entre otros.
Esta reforma constitucional fue suspendida en 1955 por la denominada Revolución Libertadora, un gobierno de facto que se impuso mediante un golpe de Estado a Isabel Martínez de Perón, la mujer del general que asumió la presidencia tras su muerte.
En 1956, la Revolución Libertadora proscribió el peronismo. Fueron prohibidas las menciones a Juan Domingo Perón, Eva Duarte –su primera esposa–, así como los conceptos «peronismo», «peronista» y la Marcha Peronista, himno de los militantes.
La vuelta a la democracia en 1983 permitió el ascenso de dos figuras, militantes de la doctrina peronista y muy importantes para la política argentina del siglo XXI: Néstor Kirchner y su esposa, Cristina Fernández, fueron presidentes de Argentina en los períodos 2003-2007 y 2007-2015, respectivamente.
El kirchnerismo se caracterizó por rechazar categóricamente el neoliberalismo, así como los tratados multilaterales de libre comercio auspiciados por Estados Unidos.
Durante este período, Argentina fortaleció sus lazos regionales con países como Brasil (Luiz Inácio Lula da Silva), Bolivia (Evo Morales), Cuba (Fidel Castro), Ecuador (Rafael Correa) y Venezuela (Hugo Chávez); con los que también compartía alineamiento ideológico.
Los Kirchner se caracterizaron por la defensa de los derechos humanos, impulsando la condena de los militares que cometieron crímenes de lesa humanidad durante la dictadura cívico militar (1976-1983).
Y también por promover políticas públicas vinculadas a género y sexualidad, como la Ley de Matrimonio Igualitario (2010) y la Ley de Identidad de Género (2012).
💡 La idea
Contexto. En esta newsletter previa a las primarias de agosto te conté, entre otras cosas, que la candidatura de Sergio Massa había despertado cierto recelo al interior del frente peronista Unidos por la Patria. En ciertos círculos afines al kirchnerismo, Massa tenía puesta la etiqueta de “traidor”.
Pero ¿por qué? La historia se remonta a 2013.
Massa ganó la intendencia2 de Tigre, provincia de Buenos Aires, en 2007. En 2008, la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo convocó para desempeñarse como Jefe de Gobierno. En 2009 renunció al cargo y retomó sus funciones como intendente.
El divorcio de Massa con el Partido Justicialista se consolidó en las elecciones legislativas de 2013, cuando abandonó las filas peronistas por «diferencias» con Cristina Fernández y decidió crear su propio partido político: el Frente Renovador.
Con el Frente Renovador, Massa consiguió ser elegido como diputado nacional en el período 2013-2017 y, en las elecciones presidenciales de 2015, se consolidó como la tercera fuerza política más importante del país con el 21,39 por ciento de los votos.
En esta época, Massa se volvió muy crítico del kirchnerismo y construyó su imagen política bajo la bandera de «peronista disidente».
Es decir, comulgaba con los objetivos peronistas de justicia social e independencia económica pero no así con la administración peronista de los Kirchner.
Sus alianzas políticas con otras fuerzas políticas no-peronistas, sin embargo, no dieron grandes resultados. Finalmente, en 2019, Massa y el Frente Renovador se sumaron al Frente de Todos, la alianza política que llevó a Alberto Fernández y Cristina Fernández como fórmula presidencial (y ganó).
La reunificación del peronismo bajo este gran frente respondió principalmente a la necesidad de construirse como una alternativa sólida para vencer a la coalición de centro-derecha que gobernaba bajo la presidencia de Mauricio Macri.
Massa, además, empezó su propio proyecto: empezar a disputar poder al kirchnerismo desde el interior de sus filas. Elogió a los peronistas «moderados» que no respondían a las directivas kirchneristas y empezó a hablar de incluir a otras fuerzas políticas en el frente.
«El peronismo del siglo XXI es el peronismo que abraza a otros sectores», explicó en una entrevista de 2017.
Desde la perspectiva de Massa, su visión política parece estar centrada en un peronismo renovado que abarca un enfoque más inclusivo y moderado.
En varias ocasiones, ha enfatizado la necesidad de un peronismo que «abraza a otros sectores», sugiriendo una apertura a alianzas más amplias y una potencial desviación de las políticas tradicionales del kirchnerismo, más polarizadoras.
Esta visión, según Massa, es esencial para abordar los desafíos contemporáneos de Argentina y posicionar al peronismo como una fuerza política viable y adaptativa en el siglo XXI.
¿Y ahora? La deficiente gestión de Alberto Fernández, entorpecida por el contexto de pandemia, la guerra con Ucrania y una gran sequía en el país, así como la negativa de Cristina Fernández a candidatearse para cargos públicos, dejó un vacío de liderazgo en el peronismo que sólo logró ocupar con cierto nivel de éxito Massa.
Si gana las elecciones, existe una buena posibilidad de que encuentre grandes desafíos de articulación política con miembros de su propio frente político durante su mandato.
La pregunta es, ¿tiene Massa liderazgo –o legitimidad– suficiente para ser la próxima cara del movimiento?
Más información en Página 12.
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En otro orden de cosas, esta semana volverán los directos de actualidad internacional de
con varias sorpresas en la recámara.Feliz domingo,
Posdata: mi favorita es Lahore.
Más tarde, el Partido Laborista se unió a otras fuerzas políticas afines y conformó un gran Partido Peronista. En 1971, una nueva ley impidió a los partidos adoptar nombres con designaciones personales, por lo que cambiaron su nombre a Partido Justicialista –que prevalece hasta hoy–.
Equivalente a la alcaldía.
🇦🇷 El peronismo, ¿reinventado?