28 de septiembre | Nueva York
Hola, maricoper. Wenta tiene dueño para rato. Te escribo estas líneas mientras organizo mentalmente las compras de frutas de estación para hacer dulce casero. ¡Se avecina la temporada de duraznos y damascos! O melocotones y albaricoques, como he leído que les dicen en España.
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🌊 Disputa marítima
Por Anita Pereyra
Lo importante: si la relación entre Estados Unidos y China fuera una partida de ajedrez, el Indopacífico sería probablemente el tablero. En la edición del lunes hablamos sobre AUKUS, el nuevo pacto tecnológico-militar entre EE. UU., Reino Unido y Australia, y cómo encaja en este marco de tensiones geopolíticas.
Hoy, les cuento un poco más sobre algunos de los países de la región que se ven implicados en el conflicto por el factor geográfico y, por lo tanto, participan en el entramado de intereses en conflicto que alberga este pedacito de océano.
Contexto. El conflicto en el Indopacífico enfrenta principalmente a EE.UU. con China en un intento por contrarrestar el avance del Gigante Asiático en la región.
De la tensa relación China-EE. UU. hablamos en profundidad en esta newsletter, por si necesitás refrescar el contexto.
Ahora sí, agarrá el mapa que nos vamos al triángulo que forman el océano Índico, el Pacífico y el Pacífico Norte:
Hablemos de Quad. El Diálogo de Seguridad Cuadrilateral (o Quad, como lo llamaremos de ahora en adelante) es una institución informal que vincula a EE. UU., Australia, India y Japón mediante cumbres semiregulares, intercambios de información y ejercicios militares ocasionales.
El eje central de estas conversaciones diplomáticas es la amenaza de las ambiciones territoriales y marítimas chinas en la región —y las estrategias para contrarrestar esos avances.
¿Por qué te hablo de Quad? Porque la semana pasada, días después del anuncio de AUKUS, Biden recibió a los líderes de Australia, India y Japón en una cumbre del grupo en la Casa Blanca.
En declaraciones posteriores al encuentro, los líderes prometieron alcanzar una región del Indopacífico libre y abierta "sin dejarse intimidar por la coerción" y presentaron un frente unido en medio de preocupaciones compartidas sobre China.
Además, anunciaron varios nuevos pactos, incluyendo uno para combatir la pesca ilegal.
🇦🇺 El juego australiano
Tras la cumbre de Quad, el primer ministro australiano, Scott Morrison, dijo que AUKUS y Quad se "refuerzan mutuamente". El diálogo entre Australia y China se encuentra en mínimos históricos y ese deterioro en las relaciones diplomáticas no ha hecho más que fortalecer los vínculos de Australia con EE. UU.
¿Mínimos históricos? La discrepancia entre ambos países quedó clara después de que Australia impulsara una investigación internacional sobre el origen del Covid-19 y China impusiera aranceles a varias exportaciones australianas en respuesta.
Además, la narrativa de la amenaza china de Morrison tiene un reflejo claro en la opinión pública. Una encuesta del Lowy Institute para 2021 vio que el 63 por ciento de los australianos ven a China como una amenaza para la seguridad.
Sin embargo, EE. UU. y Reino Unido no son los únicos aliados de Australia en su batalla con China. La gran isla austral también ha estado cosechando apoyos de sus vecinos más cercanos:
Con Japón firmó en noviembre de 2020 el Acuerdo de Acceso Recíproco, que implica ejercicios conjuntos de entrenamiento militar, apoyo humanitario durante desastres naturales y establece simplificaciones en las fuerzas de defensa para un despliegue más rápido y eficiente.
Con India acordó una mayor cooperación de defensa en un acuerdo relativo al apoyo logístico mutuo que exige acceso recíproco a las bases militares de cada nación.
🇯🇵 El juego nipón
El primer ministro Yoshihide Suga considera que la asociación AUKUS representa “un papel importante para la paz y la estabilidad de la región del Indopacífico". Japón tiene una larga trayectoria de disputas territoriales y marítimas con China.
Este conflicto no es la excepción.
El ministro de Defensa japonés, Nobuo Kishi, ha dejado claro su objetivo de diversificar los lazos militares de Japón con potencias regionales y expandir su influencia y papel de seguridad.
Para diversificar los lazos de defensa más allá de su aliado tradicional de EE. UU., Japón ha firmado acuerdos de defensa similares con otras potencias regionales, incluidas Filipinas, Australia e Indonesia.
En esta ampliación de agenda diplomática se inscribe el reciente acuerdo de intercambio de tecnología y activos de defensa firmado con Vietnam. Según Kishi, el objetivo es fortalecer la base industrial de defensa de Japón y mejorar la seguridad de la nación nipona.
🇻🇳 El juego vietnamita
El acuerdo firmado con Japón permite la venta de equipo militar y el intercambio de tecnología de defensa entre las Fuerzas de Autodefensa de Japón y el Ejército Popular de Vietnam.
El pacto habilita ejercicios militares conjuntos y eleva la relación bilateral a un nuevo nivel, incluyendo una colaboración más profunda en materia de ciberseguridad.
También se espera que este acuerdo allane el camino para la adquisición de buques de guerra japoneses por parte de Vietnam en un futuro próximo.
Para Vietnam, el acuerdo con Japón representa una oportunidad para diversificar y modernizar aún más su equipo militar. El país ha dependido tradicionalmente del armamento ruso, pero en los últimos años ha comprado armas a EE. UU.
La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, estuvo allí en agosto. Harris pidió a Vietnam que se una a EE. UU. para desafiar el acoso de China en el Mar de la China Meridional y declaró la voluntad de su país para ayudar a Vietnam a defender sus intereses marítimos.
Pese a aceptar las propuestas de Japón y EE. UU. para apuntalar su seguridad, Vietnam tiene cuidado de no posicionarse directamente en contra de China tal y como dicta su principio de los “Cuatro No” en materia de política exterior:
No unirse a alianzas militares.
No ponerse a favor de un país o en contra de otro.
No otorgar permiso a otros países para establecer bases militares o usar su territorio para llevar a cabo actividades militares contra otros países.
No usar, o amenazar con, usar la fuerza en las relaciones internacionales.
Es por eso que, coincidiendo con la visita del ministro de Defensa japonés, Vietnam recibió al ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi.
Una visita que sin duda se hizo en parte para recordarle a Vietnam su continuado compromiso con la neutralidad que respetan desde la Guerra Fría.
Posición que probablemente led será cada vez más difícil de mantener.
Más información sobre Malasia, otro país de la región, en Reuters.
🏛 Plantón progresista
Lo importante: Pramila Jayapal, presidenta del Caucus Progresista de la Cámara de Representantes, dejó claro en un comunicado este martes que decenas de congresistas demócratas votarán en contra del paquete de infraestructura bipartidista (Paquetista) si no hay un compromiso previo por el paquete de reconciliación (Paqueterico).
Si no has entendido un carajo, ponte al día con la newsletter que te enviamos el pasado viernes.
Explícamelo: los progresistas creen que si aprueban el Paquetista este próximo jueves perderán su capacidad de negociación con los miembros moderados de su partido, quienes se han mostrado reticentes con el precio del Paqueterico.
Los progresistas cuentan con el apoyo de senadores de la izquierda como Bernie Sanders y Ed Markey.
¿Y ahora? La votación del jueves está a la vuelta de la esquina y ahora mismo Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, no tiene los votos para aprobar el Paquetista.
Ese mismo día, el gobierno federal se queda sin financiación. Y el 18 de octubre, dice la Secretaria del Tesoro, EE. UU. entrará en suspensión de pagos si las cámaras no aumentan el techo de deuda.
Más información en POLITICO.
🔌 Crisis energética global
Lo importante: el mundo se prepara para un invierno frío que podría saldarse con precios desorbitados de electricidad y gas natural. La crisis ya la están sintiendo en Europa y Asia, pero las ramificaciones se propagarán pronto al continente americano.
Los precios del gas en Europa se han disparado más de un 500 por ciento en el último año y van camino de superar el récord histórico.
Explícamelo: ya lo hace por mí Stephen Stapczynski en Bloomberg:
“Las naciones son más dependientes que nunca del gas natural para calentar casas y dar energía a sus industrias. Al mismo tiempo, hay en marcha iniciativas para abandonar el carbón y aumentar el uso de fuentes de energía más limpias. Pero no hay suficiente gas como para alimentar la recuperación pospandémica y reabastecer las reservas antes de los meses fríos. Los países intentan pujar más alto que otros para conseguir suministros mientras exportadores como Rusia deciden quedarse más gas natural dentro de sus fronteras”.
¿Y ahora? Las historias empiezan a dar miedo: productores europeos de fertilizantes que deben reducir su rendimiento, por tanto aumentando el precio de los alimentos, y compañías chinas que tienen que limitar gasto de electricidad abriendo ventanas y apagando máquinas, por tanto aumentando los precios del aluminio y del acero.
Más información en Bloomberg.
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Feliz miércoles,
🌊 Cómo entender mejor el conflicto geopolítico en el Indopacífico