11 de noviembre | Nueva York
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👱 Rivales de Trump
Por Emilio Doménech
Lo importante. Donald Trump está desatado. Además de intentar propagar nuevas teorías de la conspiración sobre un fraude electoral inexistente en las carreras de Nevada y Pennsylvania, el expresidente también estalló contra un posible enemigo futuro: Ron DeSantis.
El gobernador de Florida arrasó en su reelección este pasado martes, cimentando su estatus como uno de los republicanos más populares del país.
Contexto. Los resultados preeliminares de las elecciones de medio mandato muestran que Trump ha perdido a lo grande. Muchos de los candidatos que apoyó en carreras competitivas han perdido o van camino de perder.
Eso incluye a los candidatos senatoriales Blake Masters (Arizona) y Adam Laxalt (Nevada) e incluso a la candidata a gobernadora Kari Lake (Arizona).
Lake es la que mejores posibilidades tiene de esos tres de ganar su disputa, aunque se decidirá por muy pocos votos.
Explícamelo. La noche decepcionante de los republicanos ilustra que el partido tiene un problema muy claro: Trump. Pero puede que no sean capaces de deshacerse de él en el medio plazo.
El expresidente quiere presentarse a la presidencia otra vez en 2024 y eso plantea problemas para los republicanos, que saben que Trump les puede costar las presidenciales dentro de dos años.
La base de votantes republicanos está con Trump. El empresario sigue logrando apoyos de en torno al 50 por ciento en encuestas que preguntan sobre las primarias republicanas de 2024.
¿Y ahora? Eso deja a los republicanos con muy poco margen de error. El partido permitió que Trump se levantara de nuevo tras el Asalto al Capitolio y han sido incapaces de quitarle su estatus como hacedor de reyes.
Sus apoyos han continuado siendo clave para decenas de candidatos republicanos en primarias del partido a lo largo de todo el país. Muchos de ellos han perdido en estas midterms.
Pero las derrotas en las generales no significa que una base republicana radicalizada vaya a aprender la lección y pase a apoyar a candidatos moderados contrarios a Trump.
¿Entonces? Las opciones de los republicanos son limitadas, pero existen. Si suficientes líderes y contribuyentes del partido, así como figuras conservadoras de los medios, apoyan a un rival competente, Trump puede tener problemas.
Pero mucho depende de que todos esos líderes y voceros se atrevan a ir en contra de Trump sabiendo lo popular que es el expresidente entre la base de votantes republicanos.
Y más sabiendo que Trump ha recaudado tantísimo dinero a lo largo de los últimos dos años. Dinero que apenas ha gastado para poder usarlo en los próximos dos años de campaña.
Sabido todo eso, cabe ahora saber quiénes son los favoritos para llegar a las primarias republicanas a la presidencia en 2024. Así que aquí va.
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