29 de septiembre | Nueva York
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🍕 Q, presente
Por Emilio Doménech
Lo importante. El expresidente Donald Trump parece estar abrazando la mitología de la teoría de la conspiración QAnon de forma más destacada estos meses, pero pocos son capaces de concluir por qué lo está haciendo.
Y no es que haya pocas teorías al respecto, aunque todas apuntan más o menos a lo mismo: Trump está desesperado.
Contexto. Por si no me lo has leído 200 veces, QAnon es la teoría de la conspiración que defiende que un cabal satánico formado por élites del partido demócrata controla una red de tráfico sexual de menores a nivel global —y que Trump llegó a la presidencia para desenmascararlos y meterlos en la cárcel.
Y sí, hay otras cosas muy locas dentro de QAnon, pero no existe unanimidad entre sus seguidores en la defensa de algunas de las teorías más disparatadas.
Pero la mitología sí es muy parecida en todos los estratos del movimiento, con lo que menciones a la letra Q o a la tormenta suelen ser asimiladas de forma parecida entre sus filas.
Explícamelo. Es de ahí que veamos a Trump hacer referencias indirectas a QAnon en sus discursos o en los vídeos y memes que comparte en redes sociales.
Vale, perdón, en una red social: TruthSocial, la que fundó para evitar el bloqueo que le han hecho en las demás.
Por si te lo preguntas: no, a la plataforma no le va muy bien.
La noticia sobre Trump y QAnon que más titulares ha protagonizado estos últimos días refiere a un momento concreto en el mitin del expresidente en Ohio la semana pasada:
Trump dio un discurso terriblemente aciago y apocalíptico sobre el futuro del país, ahora en manos de los demócratas.
Cuando estaba terminando, el equipo del expresidente puso una canción muy parecida al himno del movimiento QAnon, ‘Wwg1wga’.
‘WWG1WGA’ es el lema emblemático de QAnon y significa ‘Where We Go One, We Go All’. Algo así como ‘Adonde va uno, vamos todos’.
Decenas de seguidores de Trump reaccionaron a la canción elevando dedos en el aire en referencia al número 1 del lema, como puedes ver en el vídeo de arriba.
El instante cuasireligioso responde bien a lo que es QAnon, un movimiento similar al de una secta religiosa en el que los símbolos y la mitología juegan un papel clave en la construcción de creencias.
¿Y ahora? La conjunción de lo ocurrido en el mitin con los vídeos y memes pro-QAnon que Trump ha ido compartiendo en TruthSocial estas semanas confirman la envergadura de su irresponsabilidad.
De un lado, porque QAnon está demostrando ser una ruta excesivamente tóxica que incluso deviene en violencia.
Y de otro, porque QAnon está creando una suerte de mente colmena en la que el líder establece las pautas y ellos las siguen, siendo las pautas atentar contra la legitimidad y credibilidad de los pilares democráticos.
¿Por qué haría Trump esto ahora? No lo veo como parte de un plan ambicioso y enrevesado del expresidente, sino más bien como un nuevo paso en su desestimación de los cauces políticos tradicionales.
Es decir, ignora las críticas mediáticas a su extremismo porque prefiere asegurarse la fidelidad de quienes ya han caído presos de los disparates de QAnon.
Además, el culto a la personalidad, la suya, tiene poco recorrido sin una base mitológica que lo sustente. Y QAnon ofrece esos cimientos.
Con las elecciones de medio mandato a la vuelta de la esquina, falta ver si el apoyo de Trump y candidatos políticos afines a él en QAnon da resultados.
Si no lo da, cabrá ver cómo se traduce eso en una etapa que promete ser incluso más visceral: las elecciones presidenciales de 2024.
Más información en The Washington Post.
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