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🔥 Por qué están tirando estatuas en Estados Unidos (y cuándo va a parar)
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🔥 Por qué están tirando estatuas en Estados Unidos (y cuándo va a parar)

7 de julio | Nueva York

Hola, charlie. La izquierda tira estatuas y TikTok se queda sin India.

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© Mobilus In Mobili (Flickr)

🔥 ¡Abajo esas estatuas!

Lo importante: Manifestantes antiracistas y grupos de extrema izquierda llevan semanas compaginando las protestas a raíz de la muerte de George Floyd con el vandalismo y la retirada a la fuerza de estatuas de personajes históricos a lo largo y ancho de Estados Unidos.

  • Y aunque muchas de esas estatuas tienen un pasado y una connotación problemática o directamente racista, otras son parte de una historia mucho más compleja —y quizá poco merecedora de estas acciones.

¿Entonces? Para entender la cuestión de las estatuas primero hace falta hacer una división de los monumentos en el centro del debate. En términos generales, hay cuatro tipos que ordenaré de mayor a menor sea la unanimidad en EEUU en cuanto a su retirada:

  1. Estatuas, banderas y monumentos confederados: refieren al recuerdo o el homenaje a los Estados Confederados de América, conocidos estados traidores del Sur que se rebelaron contra los estados del Norte en lo que desembocaría en la Guerra Civil Estadounidense a mediados del siglo XIX en defensa de la esclavitud.

    • Los ejemplos más comunes son los del presidente de los Estados Confederados Jefferson Davis y de generales confederados como Robert E. Lee.

  2. Estatuas de colonizadores: refieren al recuerdo o el homenaje de figuras históricas relacionadas con la colonización de América y la opresión sobre los nativos americanos.

  3. Estatuas controvertidas (o de personajes históricos controvertidos): refieren al recuerdo o el homenaje de figuras históricas menos conocidas pero que guardan cierta relación con el racismo y la opresión.

    • En Raleigh, North Carolina, quitaron la del editor de un periódico que había sido también un supremacista blanco. Y en Nueva York, el Museo de Historia Natural se deshizo de una icónica pero muy criticada estatua en la que Theodore Roosevelt aparecía montado a caballo con un nativo americano y un africano caminando a su lado.

  4. Estatuas de personajes históricos que tuvieron esclavos: refieren al recuerdo o el homenaje de figuras históricas como padres fundadores y héroes de la Revolución Estadounidense que sin embargo tuvieron esclavos en vida.

    • Thomas Jefferson e incluso George Washington han estado en el centro de este debate, aunque es difícil encontrar muchas voces prominentes en el Capitolio dispuestas a apoyar la retirada del Monumento a Jefferson en Washington D.C. Eso sí…

Que algunos demócratas se hayan negado a denunciar de forma más tajante la retirada a la fuerza de estatuas peligra (o incluso ya ha conseguido) que la situación se descontrole.

  • El pasado 24 de junio en Madison, Wisconsin, manifestantes tiraron la estatua del coronel Hans Christian Heg, conocido abolicionista que murió luchando por los Estados de la Unión durante la Guerra Civil Estadounidense.

  • Y este pasado 6 de julio en Rochester, Nueva York, alguien tiró una estatua en homenaje al abolicionista afroamericano Frederick Douglass, que fue esclavo y luego se convirtió en uno de los activistas más famosos de la historia en contra la esclavitud.

    • Parece poco probable que la estatua de Douglass fuera vandalizada por manifestantes antiracistas, pero muestra el caos existente en torno a la cuestión de los monumentos.

Los republicanos, incluido Trump, ya han aprovechado la situación para denunciar a los “radicales y anarquistas de extrema izquierda” detrás de estos actos vandálicos y posicionarse así como el partido que no cede a la turba autoritaria y violenta.

(Este vídeo a continuación es del portal progresista NowThis, pero es para que entendáis un poco mejor el enfoque que le están dando desde la izquierda a las palabras de Trump).

Las palabras de Trump no son tan oscuras como ciertos medios de comunicación de centro-izquierda quieren hacer ver.

Y de hecho Trump ha intentando en sus dos últimos discursos en South Dakota y Washington D.C. celebrar la historia estadounidense de forma más optimista que de costumbre (pese a sus duros ataques a la izquierda woke).

  • El problema, especialmente en el marco de las protestas de George Floyd, es que Trump ha estado lejos de mandar un mensaje de unidad o de acaso apoyar una revisión de las estatuas y monumentos que homenajean la historia confederada.

    • De hecho, incluso ha salido a defender que algunas bases militares lleven el nombre de generales confederados como Braxton Bragg y Henry L. Benning.

El debate sobre la simbología confederada lleva décadas en marcha en Estados Unidos, pero es importante destacar al menos dos puntos significativos sobre este asunto:

  • Los Estados Confederados de América fueron parte de una rebelión contra Estados Unidos. Eran traidores que malgastaron cientos de miles de vidas en defensa de una de las instituciones más putrefactas de la historia de la humanidad: la esclavitud.

  • Muchos de los monumentos en recuerdo u homenaje a figuras confederadas se erigieron en el siglo XX, más de 50 años después del fin de la Guerra Civil Estadounidense. ¿Por qué? Es una mezcla de:

    • Nostalgia por una versión falsa del Sur de Antebellum previo al fin de la esclavitud principalmente impulsado por descendientes de soldados confederados.

      • Si revisitáis Lo que el viento se llevó, ese retrato del Sur estadounidense es exactamente lo que defienden esos grupos que quieren recordar a sus caídos.

    • Forma de opresión en el Sur estadounidense de primeros de siglo cuando ya estaban en marcha las leyes de segregación racial de Jim Crow.

    • Contraataque al movimiento de derechos civiles de los años 50 y 60, como muestra esta gráfica sobre monumentos confederados hecha por el South Poverty Law Center:

La conclusión es sencilla: seguir homenajeando el pasado confederado de EEUU debería ser visto como lo que es: una provocación abiertamente racista o ignorante.

Pero eso no quiere decir que la solución sea dejar vía libre a que manifestantes tumben las estatuas que ellos prefieran. Deben ser las distintas comunidades y autoridades locales, estatales y federales las que encuentren una forma de reimaginar el papel de las estatuas confederadas.

  • Sea dejando que las estatuas envejezcan y se deterioren, o colocándolas en museos, o redebatiendo su presencia en lugares públicos cada cierto tiempo, hay muchas opciones fantásticas que respetan y ponen en perspectiva la problemática historia racista de este país (y del que sea).

El caso del resto de estatuas es más complejo, pero como bien dice Eliot A. Cohen en The Atlantic: “Los estadounidenses necesitan distinguir entre lo problemático y cuestionable y lo irremediablemente equivocado”.

Para más sobre ese punto de vista, ved este discurso del exalcalde de Nueva Orleans Mitch Landrieu:

“Estas estatuas no son solo piedra y metal. No son solo recuerdos inocentes de una historia benigna. Estos monumentos celebran a propósito una Confederación ficticia y saneada que ignora la muerte, que ignora que defendió la esclavitud y el terror”.

¿Desea saber más? En The Atlantic tienen un repaso fotográfico de algunos de los monumentos caídos en las últimas semanas. Y en The New York Times pegan también un vistazo fotográfico a cómo el movimiento antiestatuas se ha exportado al resto del globo.


🤓 Tres lecturas relevantes

Washington D.C.: ‘Estados Unidos está al borde de un renacimiento del fundamentalismo’, por David French en The Dispatch (en inglés; 10 minutos).

Ahora que la cultura de la cancelación ha vuelto a ganar tanta notoriedad a raíz de las protestas antiracistas por la muerte de George Floyd a manos de la policía, este nuevo ensayo del columnista conservador David French es una necesaria lectura sobre cómo la cultura de lo políticamente correcto ha derivado en una pseudoreligión problemática capaz de arruinar vidas. Este otro artículo de The Atlantic muestra algunos ejemplos desoladores. Y este otro de The Guardian sobre mujeres blancas ricas que pagan hasta 2.500 dólares para que una mujer negra y otra nativa-americana les hagan llorar por su privilegio blanco es verdaderamente flipante.

Silicon Valley.: ‘TikTok podría perder hasta 6.000 millones de dólares con motivo del veto en la India’, por Zak Doffman en Forbes (en inglés; 7 minutos).

India anunció la semana pasada que vetaría hasta 58 apps en el país por cuestiones de seguridad nacional, incluyendo algunas pertenecientes a compañías chinas tan influyentes como ByteDance, los creadores de TikTok. La plataforma de vídeos cortos se enfrenta así a su primer gran obstáculo en el que hasta ahora había sido uno de sus mercados más atractivos. En torno a la mitad de los más de 1.350 millones de indios tienen acceso a internet. El hecho de que TikTok sea de propiedad china le ha hecho enfrentar problemas también en Estados Unidos, donde senadores como el republicano Josh Hawley quieren indagar en si Xi Jinping puede acabar usando la plataforma como arma política. Atentos a este tema y también al impulso que le va a dar Facebook a Instagram Reels.

Hollywood: ‘Cómo Netflix ganó a Hollywood por una generación de contenido negro’ por Ben Smith en The New York Times (en inglés; 11 minutos)

Si me seguís en Twitter, me habréis leído hablar de Ben Smith. Dejó de ser el jefazo de BuzzFeed News para convertirse en el nuevo columnista de medios de The New York Times y ahora su artículo semanal se ha convertido en un punto de partida imprescindible para muchas conversaciones sobre asuntos mediáticos como el poder cultural de Netflix. En esta ocasión, Smith ahonda en una realidad tremenda sobre la plataforma. A diferencia de sus principales competidores en Hollywood, quizá con la excepción de HBO, que crea mucho menos contenido y bastante más de nicho, Netflix ha creado un espacio vital para que artistas, creativos y productores negros estrenen algunos de los títulos más sonados de los últimos años, incluyendo When They See Us y 13th, ambos de Ava DuVernay; Dear White People, de Justin Simien; y las próximas series de Shonda Rhimes (Scandal, Anatomía de Grey) y Kenya Barris (black-ish). Leed hasta el final del artículo. Os prometo que merece la pena.


😆 Quitándole la gracia

Political Compass, o compás político, es un meme que nació con motivo del test de la web PoliticalCompass.org que lleva siendo popular en internet desde primeros de siglo. Con unas 60 preguntas sobre temas de economía, cultura y política, el test concluye en qué parte del espectro político te encuentras según dos ejes: izquierda/derecha y autoritario/libertario.

El test suele popularizarse cuando se acercan unas elecciones presidenciales en Estados Unidos y otras partes del mundo, pero ahora ha cobrado mayor relevancia que nunca porque se están creando versiones disparatadas y geniales poniendo en el compás a personajes Wojak en multitud de contextos diferentes.

Por ejemplo, el Compás Político Global en 2035:

O este otro de la Edad Media con los ejes Infiel/Fiel y Causa divina/Pan diario:

Tenéis una galería cojonuda en KnowYourMeme. Aquí, algunos de mis favoritos:

Y en vídeos e imágenes que te alegrarán el día:


🤩 Un vídeo para alucinar con Minecraft

MrBeast es uno de los youtubers estadounidenses más populares del momento. Empezó haciéndose famoso con vídeos en los que se grababa contando hasta 100.000 o diciendo los nombres de PewDiePie y Logan Paul durante horas. Desde entonces, gran parte de su contenido se centra en eso: números disparatados sobre cosas que hace con sus amigos: donar 50.000 dólares a Ninja en directo, meter 100.000 canicas en el jardín de un colega y así.

Su último vídeo, ahora en las tendencias de YouTube, me ha gustado especialmente porque muestra una realidad de Instagram que siempre me había intrigado: las réplicas de ciudades del mundo real dentro del videojuego Minecraft. En este caso, se MrBeast se alía con otro youtuber llamado PippenFTS que está construyendo EL MUNDO ENTERO en Minecraft para hacer en 24 horas una réplica de la ciudad natal de MrBeast: Raleigh, en North Carolina.

El resultado merece mucho la pierna y son apenas 10 minutos en los que ves cómo una treintena de monigotes —todo jugadores desde sus casas— construyen una ciudad casi enteramente igual que la que podría ver uno por Google Maps. El proyecto final tardará años, quizá décadas en completarse, pero tiene su punto emocionante ver a PippenFTS tan entusiasmado con todo ello.


👋 Y para terminar...

Una recomendación. He empezado la comedia coming-of-age The Baby-Sitters Club (El club de las niñeras, en español) en Netflix y me está encantando. Si os gustan Sex Education, Stranger Things o Never Have I Ever, es el complemento perfecto. No me queda mucho espacio de email para contaros más cosas, así que me lo dejo para la próxima.

Hasta la semana que viene.

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