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🛠 El trascendental voto sindical en un almacén de Amazon en Alabama, explicado
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🛠 El trascendental voto sindical en un almacén de Amazon en Alabama, explicado

Y también: la controversia en torno al youtuber David Dobrik, el meme de Tomato Town y la venta de Discord.

24 de marzo | Nueva York

Hola, maricoper. ¿Bienvenido a la resistencia, Bezos?

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vía Scott Lewis (Flickr)

🛠 Sindicato; Amazon Inc.

Lo importante: Miles de trabajadores de un almacén de Amazon en Bessemer, Alabama, votan estos días sobre si formar un sindicato, una decisión que promete ser trascendental para el gigante del comercio electrónico (y para otros nombres de Silicon Valley).

  • Los 5.800 empleados de la planta de Alabama representan poco más del 1 por ciento de los trabajadores de Amazon, pero la formación de un sindicato carece de precedentes dentro de la compañía.

¿De qué depende? Según Vox, si una mayoría de los trabajadores optan por la sindicalización, ganarán el derecho a negociar un contrato con Amazon de la mano del Sindicato de Tiendas Minoristas, Mayoristas y de Grandes Tiendas (o RWDSU).

  • El RWDSU representa a más de 100.000 trabajadores, incluidos empleados de grandes almacenes como Macy’s y H&M.

Amazon es la segunda empresa privada que más emplea en todo Estados Unidos, solo seguida de los grandes almacenes Walmart. Y sin embargo ninguno de sus más de 800 almacenes, que juntos dan trabajo a más de 500.000 personas, ha visto bajo sus tejados la creación de un sindicato.

  • Es decir, que la victoria de los activistas sindicales sería un estruendo tremendo en la compañía en concreto y en el entorno de las Big Tech más en general.

    • ¡Pero no está siendo una batalla fácil para nadie! Y eso es lo que vamos a contar hoy, especialmente en lo que respecta a la lucha de Amazon para impedir que sus trabajadores se sindicalicen.

El contexto

Lo que está ocurriendo en Bessemer, Alabama, no es una novedad. Las grandes tecnológicas llevan intentando desde hace tiempo frenar la organización de sindicatos en sus plantillas.

  • Ya en octubre del año pasado y a raíz de la situación laboral generada por la pandemia, los esfuerzos de Amazon por disuadir y vigilar a sus empleados para evitar el sindicalismo estaban muy extendidos.

    • La actividad sindical, muy probablemente, haría que Amazon perdiese parte del control del que actualmente disfruta sobre sus almacenes y su personal de reparto.

  • Amazon, una de las cinco “Big Tech” (junto a Facebook, Alphabet, Apple y Microsoft), llevaría varias décadas intentando disuadir el activismo sindical dentro de su plantilla.

Los derechos laborales no son el fuerte de las Big Tech. En los EEUU, muchos empleados de grandes tecnológicas se ven sometidos a condiciones de trabajo que son, en muchos casos, extremas:

  • Retirada de móviles durante el turno; periodos muy limitados de descanso, almuerzo y para ir al baño; o posibles sanciones por llegar tarde aunque sea unos minutos son algunas de las condiciones que tienen que vivir muchos de los trabajadores de este sector.

    • Sin ir más lejos, Amazon está gamificando el trabajo de sus empleados en almacenes como el de Bessemer, convirtiendo todo en una suerte de película de Chaplin adaptada al mundo de Ready Player One.

Movidas por un crecimiento económico exponencial y unas abultadas cifras de mercado, en las Big Tech impera una sensación de impunidad que hace que parezca que la empresa sea intocable.

  • Además, la cultura interna en las empresas tecnológicas, muy enfocada al individualismo, el control y silencio corporativos, la actitud paternalista de los empresarios y los grandes incentivos salariales, las han convertido en terreno poco fértil para la actividad sindical.

Por otro lado, el salario mínimo de Amazon está en 15.30 dólares la hora, muy por encima del federal de 7.25 dólares la hora y un buen sueldo a tener en un estado como Alabama

  • Y las condiciones de trabajar en la compañía incluyen un buen seguro médico y un buen plan de pensiones.

Existen precedentes de esfuerzos similares a los de los trabajadores de Amazon en Alabama por organizar la actividad sindical dentro del sector de las tecnológicas. El más reciente es el caso de Google y su empresa matriz, Alphabet Inc.

  • A principios de este año, 225 ingenieros de la compañía anunciaron la formación de un sindicato para luchar por un cambio real en lo relativo a los derechos laborales de los empleados.

    • Solo representan una pequeña fracción de toda la fuerza laboral de la compañía, lo cual es insuficiente para ser reconocidos como grupo de negociación colectiva en los EEUU.

      • Sin embargo, ese paso supuso un punto de inflexión (y de partida) para lo que es un movimiento que parece coger cada vez más fuerza.

La misma Amazon no se libra de tener sus propios precedentes de actividad sindical y huelguista.

  • Ya en 2014 hubo un intento por parte de trabajadores de un almacén de Amazon en Delaware de organizarse en un sindicato, lo que les hubiese convertido en el primero de EEUU en hacerlo.

    • La iniciativa, no obstante, fracasó al no alcanzar la mayoría simple necesaria para prosperar: solo seis trabajadores votaron a favor frente a 21 que votaron en contra.

  • En marzo de 2020, la compañía despidió a un trabajador de almacén en Staten Island, Chris Smalls, por ir a la huelga.

    • Las pretensiones del trabajador: la falta de equipos de protección frente al COVID-19 y la falta de protocolos de aislamiento y cuarentena para posibles positivos.

      • Amazon, sin embargo, justificó el despido en que el trabajador “había vulnerado distintas advertencias en materia de distanciamiento social” y de cuarentena después de haber sido identificado como contacto estrecho de un positivo.

  • En septiembre de 2020, estalló una polémica debido a una oferta de trabajo de la compañía: buscaba analistas capaces de localizar “amenazas de organización laboral contra la empresa”.

    • El escándalo público obligó a Amazon a eliminar las ofertas y se justificaron en que “no se trataba de una descripción fiel del puesto de trabajo”.

El de Bessemer es, pues, el último en una larga lista de intentos por organizar una actividad sindical real dentro de Amazon, todos los cuales han recibido la misma actitud agresiva por parte de la empresa.

  • Por ejemplo, los sindicalistas acusan a la compañía de haber pedido a las autoridades locales que cambiaran el ritmo de unos semáforos cercanos al almacén para impedir que los activistas tengan tiempo de convencer a más empleados.

El acabose. Amazon está tratando el asunto literalmente como una crisis, llevando un seguimiento exhaustivo de las iniciativas de organización de sus trabajadores como si la llegada de los sindicatos fuera un jaque contra sus planes de conquista global.

  • Básicamente, los sindicatos pondrían en riesgo la rapidez y/o los precios de sus servicios, en especial los que tienen que ver con la suscripción Amazon Prime que tantos éxitos le ha granjeado a la compañía.

    • Si un sindicato negocia mejores condiciones laborales a nivel de salario, o de horarios, o de exigencias físicas, o de deshumanización del lugar de trabajo, eso puede tener repercusiones enormes en la eficacia de Amazon para cumplir sus promesas:

      • Que un paquete te llegue rápido y a un precio mínimo, vaya.

Todo ese contexto explica mejor por qué Amazon tiene a tantos antagonistas, especialmente en el bando demócrata. Lo cual nos lleva a:

La perspectiva política

Demócratas. El presidente Joe Biden se ha posicionado a favor de los esfuerzos de organización de los trabajadores de Amazon en Alabama vía Twitter: “Cada trabajador debería tener la opción libre y justa de afiliarse a un sindicato".

  • En el video adjunto, además, Biden insiste que la decisión es de los trabajadores, y que la empresa no debería ejercer ninguna coerción: “Estados Unidos no fue construido por Wall Street, fue construido por la clase media; y los sindicatos construyeron la clase media”.

También hubo un amplio margen de apoyo a los trabajadores de Amazon dentro del ala progresista del partido demócrata, afín a garantizar los derechos de la clase trabajadora:

  • El senador independiente de Vermont Bernie Sanders ha criticado a las principales corporaciones como Amazon y sus directores ejecutivos "ricos" durante muchos años.

    • De hecho, el sitio web oficial del Senado de Sanders ha presentado durante años peticiones que apoyan los esfuerzos de sindicalización en corporaciones multimillonarias como Amazon y Walmart.

    • Fueron en parte las presiones de Sanders las que lograron que Bezos subiera el salario mínimo de Amazon a 15 dólares la hora, algo que todavía no se ha logrado en las cámaras legislativas.

      • "Le digo a Jeff Bezos, la persona más rica del planeta: ¿Cuál es su problema con que los trabajadores de Amazon se organicen por mejores condiciones laborales y mejores salarios? Usted vale $182.000 millones. No puede seguir teniendo todo cuando tantos están luchando", dijo en una entrevista en MSNBC.

  • Congresistas como Alexandria Ocasio-Cortez o figuras demócratas de perfil nacional como Stacey Abrams también mostraron su apoyo a la sindicalización de los empleados de Amazon.

Republicanos. La iniciativa de los trabajadores de Amazon ha cosechado apoyos bipartidistas. El senador republicano por Florida Marco Rubio se unió a los demócratas para respaldar los esfuerzos de los trabajadores para sindicalizarse.

  • En un artículo que escribió para USA Today, Rubio dijo que los esfuerzos sindicales son necesarios para contrarrestar la guerra cultural que los líderes de la empresa están librando contra los valores de la clase trabajadora.

    • “Guerra cultural”, ahí está clave.

Añadió Rubio: “Durante décadas, empresas como Amazon han sido aliadas de la izquierda en la guerra cultural, pero cuando sus resultados se ven amenazados, recurren a los conservadores para salvarlos”, escribió.

  • Rubio fue uno de los senadores que escribió a Amazon a principios de este mes por retirar de sus plataformas el libro ‘Cuando Harry se convirtió en Sally: Respondiendo al momento transgénero’ escrito por el conservador. Ryan T. Anderson.

    • Más tarde, Amazon les dijo a los senadores que había decidido no vender libros que enmarquen como enfermedades mentales a las transgénero y otras identidades sexuales .

  • También Rubio ha emitido quejas sobre Amazon por excluir a la organización contra los derechos de los homosexuales The Family Research Council de la lista de organizaciones benéficas a las que anima a sus usuarios a donar.

Es decir, que el combustible que contribuyó a que el senador republicano tome la postura opuesta a las iniciativas antisindicales de Amazon es la dictadura progresista de Bezos, no tanto una inesperada alianza con las iniciativas sindicales.

Fecha límite. Los trabajadores de Bessemer tienen hasta el próximo 29 de marzo, así que cabe estar pendientes de los resultados tras esa jornada porque la fortaleza de los sindicatos en EEUU está más en juego que nunca.

¿Desea saber más? The New York Times tiene dos reportajes tremendos sobre tema. Uno, acerca del RWDSU; y otro, repasando el historial de Amazon destrozando iniciativas sindicales pasadas.


🎬 Una recomendación

American Factory es un documental de Netflix sobre la apertura de una fábrica de la compañía china Fuyao cerca de Dayton, Ohio. Dada la fuga de manufactureras del Cinturón del Óxido del Midwest estadounidense en las últimas décadas, y específicamente el cierre de una planta de General Motors que operaba donde después abrió su fábrica Fuyao, la película supone un retrato esencial de la transformación que está viviendo la industria manufacturera en Estados Unidos —y sus trabajadores más en específico.

El documental de Steven Bognar y Julia Reichert explora las dificultades de la compañía y sus empleados chinos para adaptarse a la cultura del trabajo en Estados Unidos, mientras que los trabajadores locales de Ohio enfrentan otros problemas: las renovadas exigencias de un sector cada vez más automatizado, unos salarios lejos de estar a la altura de la prosperidad de antaño o los impedimentos para sacar adelante un sindicato con el que defender mejor sus derechos.

American Factory es la primera producción de Barack y Michelle Obama con su sello Higher Ground Productions. Y fue llegar y besar el santo, pues el filme ganó el Oscar al Mejor Documental el año pasado. Merece la pena solo por ver los huevos que le echa el senador demócrata Sherrod Brown al apoyar la creación de un sindicato pese a la oposición de los ejecutivos chinos de Fuyao.

Ah, y Nomadland, la película favorita a arrasar en la próxima edición de los Oscars, también viene muy a colación de este asunto, pero ya hablaremos de ella más adelante.


🤓 Qué están leyendo en…

Washington D.C.: ‘Ken Burns todavía tiene esperanza en una historia estadounidense compartida’ por David Marchese en The New York Times. (en inglés; 20 minutos).

Burns es uno de los documentalistas más famosos y aclamados de Estados Unidos. Ha dirigido documentales sobre la Guerra Civil Estadounidense, la Prohibición, el béisbol, el jazz y la Guerra de Vietnam. El próximo 5 de abril, estrena Hemingway, sobre el escritor, y Marchese aprovecha para hacerle una entrevista plagada de grandes momentos. Creo que merece la pena que la leas entera para pensar sobre la labor del documentalista o la importancia del punto de vista racial en el retrato histórico de EEUU, para disfrutar de una impagable anécdota de Werner Herzog y para quedarte devastado (¡y esperanzado!) con las palabras de Burns sobre el fallecimiento de su madre hace más de medio siglo.

Silicon Valley: ‘Microsoft estaría en negociaciones para comprar Discord por más de 10.000 millones de dólares’ por Dina Bass y Katie Roof en Bloomberg. (en inglés; 5 minutos).

En Maricopa somos muy fans de Discord. Es la base de la comunidad que junta a los seguidores de La Wikly con los de mi canal de Twitch y la que ha permitido que se forjen amistades más allá de las sesiones de estudio, las watch parties y los productivos debates sobre la actualidad estadounidense, el cine y las series, o La isla de las tentaciones. Por eso muchos estamos de acuerdo con la tesis de que Discord es el futuro de internet. Que Microsoft esté interesada en comprar Discord, todavía una empresa privada que está tanteando la opción de salir a bolsa en el corto-medio plazo, es cero sorprendente. Pero también asusta si se tiene en cuenta los fracasos de la compañía con adquisiciones previas como Skype, a la que Zoom le ha comido todo el terreno que tenía de ventaja; o Mixer, la versión alternativa de Twitch ya enterrada. Parece que la idea de Microsoft sería apuntalar su Game Pass de Microsoft ofreciendo acceso premium (aka Nitro) en Discord, lo que en principio no amenazaría con dañar a las comunidades que llevan años (o meses) prosperando en la plataforma. Estaremos pendientes de cualquier novedad al respecto.

Hollywood: ‘Un club nocturno gótico de Los Ángeles conocido por sus rituales y secretismo cierra entre acusaciones de conducta sexual inapropiada’ por August Brown en Los Angeles Times. (en inglés; 13 minutos).

Crónica de la caída en desgracia de Cloak & Dagger, un exclusivo club nocturno privado de Los Ángeles entre cuyos miembros se contaban figuras conocidas de Hollywood como el guionista Max Landis (Chronicle) o el actor Thomas Middleditch (Silicon Valley). ¡Y esos son solo los que sabemos gracias al artículo del LA Times! El reportaje ahonda en las particularidades del club: ritos de iniciación, rituales paganos y actuaciones guionizadas que transcurrían en un local casi a oscuras con pocas limitaciones. Vamos, que la peña también acababa… haciendo cosas subidas de tono. Pero lo que parecía un entorno seguro y secreto para los miembros y sus empleados terminó siendo de todo menos eso, al menos según trabajadores y participantes que hablan de comportamiento sexual inapropiado por parte de algunos asistentes o incluso de uno de los dueños, un hombre conocido en el entorno social de la ciudad californiana que nunca hizo lo suficiente para proteger a las mujeres que frecuentaban el club. Una historia muy hollywoodiense, la verdad.

🥴 Un vídeo para cancelar a David Dobrik

David Dobrik es una de las mayores estrellas de YouTube desde que la plataforma empezó a ahogar a los creadores independientes en pro de las corporaciones, mucho menos dadas a generar controversias con su contenido. Ha sido uno de los grandes debates de nuestro tiempo. Primero, plataformas incapaces de controlar todo lo que se publica en sus servicios. Y segundo, marcas que apostaban por youtubers que siempre acababan metiéndose en algún problema difícil de navegar.

  • Le pasó a PewDiePie, el youtuber sueco al que le cancelaron un programa y con quien Disney cortó relaciones tras polémicas que iban desde acusaciones de antisemitismo hasta soltar la n-word en un directo.

Dobrik en cambio parecía infalible. Sus vídeos de 4:20 minutos eran lo más edgy (al límite de lo correcto) que existía en YouTube. Y era muy difícil no admirarlo. Dobrik estaba creando entretenimiento de aúpa en un momento en el que otros youtubers se quedaban sin ideas o perecían ante la dictadura publicitaria de la plataforma, mucho más estricta a la hora de limitar lo que los creadores pueden ganar con cada vídeo si no se adecuan a todas las normas.

El caso de Dobrik es diferente. Él lograba dinero, y hablo de millones de dólares, gracias a los patrocinios de marcas como Honey, SeatGeek o Chipotle. Marcas que le han abandonado a colación de la controversia en torno a un artículo de Insider en el que una joven acusaba a Durte Dom, ¿examigo? de Dobrik, por violación.

  • El problema para Dobrik, y la razón por la que este asunto ha generado tanto revuelo, es que esa joven y la supuesta violación aparecen en uno de los vídeos que publicó Dobrik en su cuenta hace unos años.

El vídeo que encabeza estos párrafos es el segundo en el que Dobrik ataja la polémica. El primero fue mal recibido casi de forma unánime porque lo publicó en una de sus cuentas secundarias, con los comentarios y los me gusta desactivados, y sin tocar de forma directa los nombres y las acusaciones en el centro de todo. Vamos, un cristo.

  • Este segundo vídeo sí es una disculpa mucho más bien atada, aunque aceptarla dependerá de las supuestas víctimas.

La razón por la que este asunto está en primera plana es porque Dobrik es un creador de contenido top, con lo que su controversia puede tener repercusiones trascendentales en el resto de la comunidad youtuber —y en los creadores de contenido de vídeo más en general (piensa en Twitch, TikTok, Instagram).

Seguiremos al tanto de lo que ocurra, pero mientras tanto podéis ver el extracto en el que hablé del artículo de Insider que lo empezó todo aquí.


😆 Quitándole la gracia

Tomato Town es una ciudad dentro del mapa del videojuego Fortnite que se ha hecho especialmente relevante en las últimas semanas en internet gracias a la canción que encabeza este párrafo. ‘Chug Jug With You’ es una parodia de Fortnite al ritmo del tema ‘American Boy’ de Estelle de 2008. Ya se hizo famosa en TikTok hace un par de años por un mash-up con ‘Chanel’ de Frank Ocean.

(Sí, lo sé, hay mucha cultura de internet metida en un mismo saco, pero hay más).

Bien, pues esta canción-parodia es en realidad un remix de una versión más corta que se hizo medio-viral en YouTube en 2018. La original es de CM SKITS, mientras que el remix pertenece al youtuber Leviathan. Es la versión de Leviathan la que se hizo viral el pasado febrero en TikTok y que ahora está en boca de todos con motivo de la primera estrofa:

We got a number one Victory Royale
Yeah, Fortnite, we 'bout get down (get down!)
Ten kills on the board right now
Just wiped out Tomato Town

Los últimos dos versos significan que el cantante y su amigo han matado a otros diez jugadores en Tomato Town, la ciudad que acaban de vaciar de enemigos en Fortnite. La cosa ha degenerado hasta tal punto que ahora se le ha dado una vuelta de tuerca algo negra a la letra y es habitual dar con referencias acerca de la masacre de Tomato Town.

Y nada, los memes y los copypasta al respecto son absolutamente maravillosos:

Y un último:

Hasta la semana que viene,

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