9 de julio | Nueva York
Hola, maricoper. “Ese barrio, en mi distrito”.
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Lo importante: Demócratas y republicanos se preparan para una descarnada batalla de mapas y fronteras que promete caldearse conforme se acerque el otoño. Es el conocido como proceso de redistricting.
Quizá no te suene esa palabra, pero sí es probable que hayas oído hablar de algo que ocurre en el redistricting muy a menudo: el gerrymandering.
Pero tanto como si conoces las palabras como si no, en esta newsletter vamos a hacer un repaso a los principales conceptos del redistricting, cómo encajan en el contexto político actual y qué cabe esperar de la conflagración partidista que veremos en los próximos meses.
❓ Redistribución de distritos
El rediseño distrital o redistricting es un proceso que tiene lugar en Estados Unidos cada vez que se publica un nuevo Censo Electoral. Esto es, el recuento poblacional que se hace cada diez años.
Cada estado, en función de su cantidad de habitantes, obtiene una cantidad específica de los 435 asientos que tiene la Cámara de Representantes y debe dividir su territorio en esa cantidad de distritos.
Los distritos congresuales son circunscripciones territoriales que se delimitan para abarcar proporcionalmente a la misma cantidad de habitantes; los mismos que luego elegirán a su representante en la Cámara de Representantes federal.
Como el factor demográfico es flexible, algunos estados ganan o pierden asientos conforme su población crece o decrece a lo largo de la década.
Cuando eso pasa, corresponde rediseñar los mapas distritales.
Los distritos congresuales juegan un papel importantísimo durante las elecciones presidenciales, ya que cada estado aporta al Colegio Electoral la cantidad de escaños que resulta de la suma entre representantes y senadores.
California, por ejemplo, tiene 53 distritos (y congresistas), y dos senadores, con lo que aporta 55 escaños al Colegio Electoral.
La actualización del censo busca reflejar los cambios demográficos para asegurar la representación proporcional, pero en el proceso de trazado de límites de los distritos muchas veces se altera para beneficiar a un partido en perjuicio del otro.
Es lo que se conoce como gerrymandering, una técnica de manipulación de los límites territoriales de los distritos para alterar los resultados electorales en el mismo o marginar la representación de ciertos grupos.
En este gráfico puedes ver un estado de 50 personas que vota por el partido naranja en un 60 por ciento. Si el mapa distrital se dibuja de tal forma que los naranjas son mayoría en *todos* los distritos, lograrán injustamente ganar cinco congresistas contra cero de los morados, un partido que cuenta con el 40 por ciento de voto estatal.
Por eso cobra tanta relevancia conocer quiénes son los encargados de trazar los nuevos mapas distritales. Y aunque depende de la legislación de cada estado, en su mayoría es una facultad que compete a las legislaturas estatales.
Los legisladores estatales se encargan de redactar y sancionar el proyecto de ley que detalla el dibujo de los límites distritales. Ese proyecto necesita la aprobación del gobernador, que en algunos estados puede vetarlo.
Durante el 2020, se llevó a cabo el Censo Nacional. Es de ahí que las elecciones estatales del año pasado fueran más relevantes que de costumbre.
Los ciudadanos no sólo elegían representantes locales, sino también a los encargados de aprobar los nuevos planos distritales de la próxima década.
🗺 Mapas vs. democracia
La clave. El rediseño del mapas será un factor clave para que el partido republicano pueda recuperar el control de la Cámara de Representantes en las elecciones de medio mandato de 2022, cuando los cambios ya estén vigentes.
La actual ventaja de los demócratas en la Cámara de Representantes tiene un margen muy estrecho de apenas 11 escaños. Muy probablemente, los republicanos solo necesitarán recuperar seis escaños para recuperar la mayoría.
Eso sin contar con que tradicionalmente el partido que gana las elecciones presidenciales suele salir mucho menos favorecido en las de medio mandato.
De cara al otoño, los funcionarios estatales y legisladores de todo el país se están preparando para volver a trazar los distritos del Congreso en función de los nuevos totales de población establecidos por el Censo.
Y los republicanos parten con ventaja para ganar mucho terreno con la ayuda del rediseño de distritos pues tienen el poder en 20 de los 35 estados en los que las cámaras legislativas se encargan del rediseño distrital.
Los republicanos controlan las cámaras legislativas en estados bisagra como Pennsylvania (17 distritos), Michigan (13) o Wisconsin (8), aunque son estados con gobernadores demócratas que tienen poder para vetar los nuevos mapas si creen que son injustos.
En cambio, estados en constante crecimiento como Georgia (14), North Carolina (14), Florida (28) y Texas (38) están a merced de que los republicanos dibujen nuevos mapas sin miedo a bloqueo demócratas.
En esos estados, o bien tienen trifectas (poder en las dos cámaras y en la gubernatura) o bien una ley electoral que impide que el gobernador pueda vetar los mapas, como pasa en North Carolina.
Para que te hagas una idea, los republicanos arrasaron en la ola Tea Party de las elecciones de 2010. En 2011, por tanto, controlaron el rediseño de distritos en estados como Florida, Michigan, North Carolina y Ohio. Según el Brennan Center, eso les permitió asegurar una ventaja de entre 3 y 10 congresistas a su favor en North Carolina y de entre 5 y 13 congresistas a su favor en Pennsylvania pese a que ambos son estados que suelen estar casi totalmente divididos.
Los demócratas también controlan trifectas en estados donde pueden ganar algún escaño extra con el rediseño de distritos como Maryland (8), Illinois (17) y Nueva York (26). Pero en el cómputo global son los republicanos los que más pueden hacer para beneficiarse.
De hecho, los demócratas llevan años atándose las manos (para bien) promoviendo la aprobación de comisiones independientes que se encarguen de dibujar los nuevos mapas.
Es el caso de Michigan, Colorado o Virginia, aunque también de estados conservadores como Utah y Ohio, que han aprobado reformas sobre comisiones independientes en la última década.
En el caso de Oregon, los demócratas han cedido poder de veto a los republicanos para evitar que sigan bloqueando leyes en las cámaras legislativas con tácticas dilatorias.
El mapa distrital del distrito 1 de Ohio siempre me ha parecido especialmente flagrante, como bien indican las regiones de voto republicano (rojo) y demócrata (azul) de las elecciones de 2018 en las que el republicano Steve Chabot logró ganar gracias a las zonas rurales y de suburbs de los condados de Warren y Hamilton:
Para más inri demócrata, el Tribunal Supremo tomó una decisión en 2013 que permitirá a multitud de estados del Sur con historial de discriminación racial aprobar leyes electorales y mapas distritales sin necesidad de contar con aprobación federal.
El Supremo concluyó que ya no se daba la discriminación racial de antaño, por lo que era innecesario que los estados sureños tuvieran que pedirle a los papis de Washington D.C. si sus mapas eran racistas o no.
En definitiva, que los republicanos tienen una avenida bien ancha para cambiar el panorama distrital no solo en Texas, Florida, Georgia o North Carolina, sino también en Mississippi, Alabama y South Carolina.
Suficientes estados y distritos como para que un año electoral decente les dé esos seis escaños que probablemente bastarán para recuperar la Cámara de Representantes.
🏙 ¿Ciudades? ¿Suburbs? Cuidado
Claro que eso es en el corto plazo. Si los republicanos buscan hacer mapas excesivamente ventajosos, peligran con que las tendencias ideológicas y demográficas de la próxima década vuelvan para morderles la cola.
Mira estos dos mapas de los distritos 6 y 7 de Georgia, en las zonas residenciales prósperas al norte de la ciudad de Atlanta. En 2012 (mapa de arriba), los republicanos tenían mucha ventaja en ese tipo de regiones y controlaban esos distritos. En 2020 (mapa de abajo), las candidatas demócratas ganaron sus elecciones en ambos distritos gracias al avance de su partido en los suburbs, más propensos a detestar al partido republicano de Donald Trump:
El ejemplo de los suburbs de Atlanta puede trasladarse a montones de otros suburbs y ciudades a lo largo del país: Kansas City, en Missouri; Nashville, en Tennessee; Columbus, en Ohio; Des Moines, en Iowa; o el Triángulo de Investigación, en North Carolina.
Si los republicanos quieren dividir por dos esas ciudades, se arriesgan a que los vendavales políticos de los próximos años les traicionen.
Piensa de nuevo en el primer ejemplo de gerrymandering que te hemos puesto arriba. Si los naranjas dibujan un mapa en el que ganan los cinco distritos por +2 votos en el corto plazo, se arriesgan a perder todos esos distritos en el medio y largo plazo. En cambio, si hacen un mapa más justo en el que ganan tres distritos por +6, +6 y +2, y pierden otros por -2 y -2, al menos dos distritos quedarán siempre de su lado.
El riesgo no es solo ideológico o demográfico, sino también legal. Republicanos de Pennsylvania y North Carolina ya han visto en la última década como los rediseños excesivamente partidistas de sus distritos pueden acabar siendo tumbados por los juzgados.
Los demócratas tienen cofres de sobra y un increíble ejército de abogados, liderados por el ex-Fiscal General Eric Holder, para luchar hasta el final cualquier mapa demasiado injusto.
Aunque bien es cierto que el actual Tribunal Supremo, de corte muy conservadora, les da protección extra a los republicanos para excederse en sus nuevos dibujos.
¿Desea saber más? Este reportaje de The Wall Street Journal sobre la división de suburbs es muy interesante. El Brennan Center publicó un informe fantástico sobre el gerrymandering y los avances que se han hecho en multitud de estados. Y Ally Mutnick (Politico) y Grace Panetta (Business Insider) están siguiendo todo este proceso muy de cerca. Tampoco me perdería las actualizaciones de Dave Wasserman o las de Stephen Wolf.
🎬 Una recomendación
Con la colaboración de Filmin
La sal de la tierra es un documental de 2014 codirigido por Wim Wenders y Juliano Ribeiro Salgado. Ganó el Premio Especial del Jurado en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes y el Premio del Público en el de San Sebastián. También estuvo nominado a Mejor Documental en los Óscar de 2015.
Wenders es un realizador alemán conocido por películas de los 80 y 90 como Paris, Texas y El cielo sobre Berlín.
El documental es una biografía del aclamado fotógrafo brasileño Sebastião Salgado. Es padre del codirector, Juliano, que le acompañó en varios de sus viajes por los cinco continentes tomando imágenes y que también participa con su testimonio.
Los realizadores se aprovechan de los encuadres de Salgado para hacer una radiografía del impacto del hombre sobre un planeta devastado por su paso como causante de desastres naturales y penurias humanas.
Wenders aparece como esporádico narrador, aunque el mayor protagonismo cae del lado de Salgado, que viaja con nosotros a través de sus retratos de hambruna, muerte y naturaleza amenazada.
Y aunque Wenders y Juliano apenas hacen uso de la imagen en movimiento, las intervenciones de Salgado, la música o los efectos de sonido son muchas veces suficientes para la inmersión y para la reflexión, siendo a veces la mezcla de ambos logros un apabullante embiste emocional sobre la condición humana.
Es difícil ver este documental y no terminar profundamente emocionado.
La sal de la tierra está disponible en Filmin.
📽 Un vídeo para ir a la Croisette
El Festival de Cannes se celebra estos días en la Croisette de la Costa Azul francesa y la primera controversia la ha llevado un sospechoso habitual: Paul Verhoeven.
El cineasta detrás de las maravillosas sátiras Starship Troopers o Total Recall y las provocadoras Instinto Básico y Elle está esta vez en el foco de la polémica por un drama de monjas lesbianas titulado Benedetta que ya domina los titulares en Cannes.
La mejor película de monjas lesbianas de Cannes seguirá siendo esta.
“Benedetta tiene la intención de excitar, y por tanto de satisfacer la más básica definición de pornografía, por mucho que Verhoeven, que dice tener un interés académico en la temática, rodea los momentos más estimulantes con perspectivas esclarecedoras sobre la vida religiosa en el Renacimiento”, escribe Peter Debruge en Variety.
Cualquier duda residual de que el cineasta de 82 años Paul Verhoeven pueda haber perdido su apetito por la provocación es puesta sin compasión a un lado con Benedetta, una historia morbosa (aunque deslumbrantemente rodada) de éxtasis carnal y religioso en el que somos testigos, entre otras visiones, de una joven abadesa dándose placer con un consolador tallado de una estatua de la Virgen María”, escribe Lee Marshal en Screen Daily.
Como dirían en Starship Troopers: “¿Desea saber más?”. Sí y muchas gracias.
Benedetta compite en la sección oficial de Cannes donde en los próximos días también conoceremos las impresiones de la crítica desplazada sobre lo nuevo de Wes Anderson, que ha tenido que esperar un año de pandemia para dar a conocer su The French Dispatch.
Mis más esperadas, sin embargo, son la ya muy bien recibida After Yang de Kogonada (Columbus) y Titane de Julia Ducournau (Raw).
😆 Quitándole la gracia
Shroomjak es una versión del meme Wojak que nace del intercambio de 4chan que puedes ver encima de este párrafo. Un usuario compartió su versión de wojak, pero con un dibujo más cutre del habitual y con una cabeza en forma de hongo.
La primera respuesta lee ‘kys’, o ‘kill yourself’. En español, suicídate.
Ahora mismo, Shroomjak está en todas partes. Según percibo, es la respuesta a todos los demás wojaks que se han diseñado para significar algo: un mensaje político, una conjetura filosófica, una llamada de socorro existencialista.
Shroomjak no es nada de eso. Solo es un tipo divertido que está ahí. Está ahí mirándote tranquilamente con su gesto sincero de felicidad, de que todo va a salir bien. Y por tanto de ahí estas otras versiones:
O este otro meme de abajo que parece decir, y voy a sobreanalizar, que a los adolescentes ya les toca abandonar las tendencias depresivas de las que tanto hablan en TikTok. Es momento de abrazar la felicidad. Pero una felicidad pasota.
No cabe olvidar el nihilismo generacional que define a los zoomers.
Supongo que tampoco podía faltar en la fiesta el incomprendido de los incomprendidos, el Joker de Joaquin Phoenix:
Y para terminar, un buen vídeos sobre anime:
Hasta la semana que viene,
🗺 Empieza el rediseño de distritos, el atentado contra la democracia preferido de EE.UU.