21 de diciembre | Madrid
🕰️ Leer esta newsletter te llevará 8 minutos y 40 segundos.
❤️ Déjanos un corazoncito o un comentario cuando hayas terminado de leernos.
👋 Y aguanta hasta el final para un animal extrañísimo. Bienvenido a La Wikly.
🤳 El quid TikTok
Lo importante. El ascenso de popularidad de plataformas como TikTok plantea una nueva transformación en el consumo de información, especialmente entre los jóvenes. Pero pocos géneros enfrentan un mayor desafío que el periodismo económico.
La cobertura económica ha quedado en parte relegada a los diarios especializados, cuya actualidad muchas veces sigue el pulso de los inversores y se redacta en un lenguaje técnico poco accesible.
Pero una nueva generación de creadores de contenido y la entrada en juego de la inteligencia artificial prometen acelerar la implantación de cambios para afrontar una nueva era informativa.
La pregunta es si los medios tradicionales serán capaces de adaptarse a tiempo, de si los creadores de contenido dictarán las normas de la cobertura económica del futuro o de si hay cabida para un híbrido.
Explícamelo. Una veintena de periodistas y creadores de contenido nos reunimos este pasado noviembre para debatir sobre los retos del periodismo económico en el marco de Misión Transmedia, un proyecto de beBartlet y La Wikly con el apoyo de Fundación La Caixa y Novartis.
De un lado, queríamos poner en común las ideas de éxito que mejor pueden calar entre las nuevas audiencias (o las que se han perdido por el camino).
De otro, buscábamos situar el foco de cambio en la proliferación de plataformas de vídeos cortos, la adaptación del lenguaje económico a las nuevas generaciones y la necesidad de acercar los temas financieros a la ciudadanía.
En esta newsletter, mi compañera Mar Manrique y yo exploramos algunas de las pistas que pueden leerse en las tendencias mediáticas actuales y de las conclusiones que surgieron de las mesas de debate de la última Misión Transmedia.
Contexto. En Estados Unidos, el número de personas que consumen noticias regularmente en TikTok ha aumentado de forma notable en los últimos tres años, según una encuesta de Pew Research.
En 2020, solo el 3 por ciento de adultos en Estados Unidos se informaba de la actualidad a través de TikTok. Ese número ha saltado al 14 por ciento este año.
Entre los jóvenes de entre 18 y 29 años, la cifra ha pasado del 9 al 32 por ciento en solo tres años.
La tendencia es más interesante entre los usuarios que ya conviven en esas plataformas.
Tal y como el número de usuarios de TikTok, Instagram o YouTube ha crecido en estos tres años, también lo ha hecho el porcentaje de quienes consumen noticias en cada uno de esos ecosistemas.
En cambio, menos usuarios consumen noticias en Facebook, Twitter y Reddit que en el pasado conforme más jóvenes optan por plataformas alternativas para entretenerse e informarse.
![](https://substackcdn.com/image/fetch/w_1456,c_limit,f_auto,q_auto:good,fl_progressive:steep/https%3A%2F%2Fsubstack-post-media.s3.amazonaws.com%2Fpublic%2Fimages%2Ff2df717f-9450-4ca5-9c4e-8945ed699a40.heic)
¿Y ahora? El trasvase de usuario sugiere que el estancamiento formal de los medios tradicionales lleva las de perder.
Primero, porque la tradición de los medios digitales españoles de crear un número elevado de piezas para satisfacer a los robots de búsqueda como Google está más amenazada que nunca por la inteligencia artificial1.
Y segundo, porque la falta de adaptación al lenguaje de las nuevas audiencias, sea por el tono, el formato o la plataforma en la que se ubica el contenido, crea una barrera difícil de superar.
Es ahí donde el periodismo económico tiene una oportunidad. Porque si algo saqué en claro de la Misión Transmedia del pasado noviembre son dos claves:
Uno, que la base de talento de periodistas y creadores de contenido no solo existe con creces, sino que ya está más que concienciada a la hora de adaptar la actualidad financiera y macroeconómica al usuario no-inversor.
Y dos, que los esfuerzos por dominar el lenguaje de las nuevas audiencias están a un paso de cristalizar, solo cabe potenciar las iniciativas innovadoras de periodistas y creadores de contenido.
Por tanto, gran parte de lo que queda por hacer implica:
Que el buen trabajo que ya se hace en redacciones de toda España pegue el salto a los nuevos formatos (con tiempo y recursos). Un ejemplo: este análisis de Javier Jorrín sobre la evolución del consumo en España tiene todos ingredientes para ser un gran vídeo en redes.
Y que el buen trabajo que ya se publica en las nuevas plataformas tenga cabida en los medios tradicionales. Un ejemplo: este TikTok de Eli Defferary sobre las ayudas al alquiler podría ser un añadido ideal para las redes de una cabecera digital asentada.
Hasta que esa unión de periodismo y creadores de contenido se consolide, es evidente que cabrá tener en cuenta otros retos relacionados como:
La falta de deontología periodística en la cobertura informativa en redes.
Las limitaciones formales (y de tiempo/longitud) que tienen plataformas como TikTok.
La proliferación de contenido creado por inteligencia artificial.
Fácil, fácil no será, pues adaptarse implica una inversión de tiempo y recursos siempre desafiantes para los medios en España, pero negarse a la realidad del cambio también podría suponer la muerte bajo una transformación que ya nos está desbordando.
⚔️ Medios vs. Llados
Por Mar Manrique
En el evento sobre periodismo económico organizado entre La Wikly y beBartlet se mencionaron dos nombres que me sorprendieron —y no por ser quiénes son, sino por el contexto en el que nos encontrábamos–:
El de Ibai Llanos, posiblemente el streamer más famoso de España.
Y el de Amadeo Llados, un coach que llena sus discursos virales de palabras como fuck o papanatas.
La alusión a ambos vino acompañada de dos reflexiones compartidas en el evento que me hicieron pensar:
La primera, que la mejor campaña de Hacienda hasta la fecha es aquella que hace Ibai Llanos cada vez que comenta algo sobre la tributación de sus compañeros streamers.
La segunda, y al hilo de esto, el reto al que se enfrentan los medios al competir contra declaraciones como las de Amadeo Llados: «Voy a vivir en un fucking pueblo de mierda [se refiere a Andorra] solo porque me ahorro dinero. Vaya mentalidad más mierda».
Sus palabras consiguen generar más revuelo en el escenario digital, o incluso en cualquier sobremesa, que los análisis sesudos de periodistas especializados.
Y esto, hacerse un hueco en la pantalla de los lectores, tiene varias explicaciones, pero la que resuena con más fuerza la resume este gráfico del Reuters Institute:
Las noticias que calan en la audiencia son aquellas que logran conectar el mundo exterior con el nuestro propio. Con nuestro lenguaje, nuestras inquietudes y nuestras referencias.
¿De qué me sirve saber que el Gobierno impulsará una reforma fiscal si no entiendo cómo va a afectarme en mi día a día?
¿Cómo puedo ajustar mi presupuesto para hacer frente a los posibles cambios en los precios de la cesta de la compra?
¿De qué manera puede la cobertura mediática sobre la renta de streamers y youtubers enfrentarse a las declaraciones punzantes que ellos mismos hacen en sus directos?
En una sociedad donde el teléfono móvil se ha convertido en una prolongación del cuerpo; el scroll infinito, en una actividad diaria; y la lucha por la atención, en un desafío continuo; el cómo toma más impulso que el qué.
Y más teniendo en cuenta las barreras de entrada a la información económica existentes, que complican que jóvenes y mayores entiendan sobre la materia o lleguen a mostrar interés por ella.
¿Prescriptores > Periodistas? La realidad de una cultura digital donde prima la marca individual lleva a que los y las periodistas se conviertan en prescriptores de contenido o información. Por eso los usuarios escogen a ciertos columnistas o analistas por encima de artículos genéricos.
Medios y creadores lo saben, y procuran crear un contenido que se ajuste a esas nuevas reglas del juego.
Así, usan plataformas como las redes sociales y formatos como los explainers, las infografías, las calculadoras o los pactómetros, además de enfocarse en el periodismo de soluciones, para hacer digerible una información que, a priori, puede resultar demasiado técnica.
Buenos ejemplos de ello son:
Planet Money. Esta iniciativa de la National Public Radio (NPR) de Estados Unidos busca explicar la economía y relacionarla con cualquier tema a través de sus canales en redes sociales, de su blog y de su pódcast.
Junior Report. En el debate también surgió una pregunta: ¿falta educación financiera? Junior Report es un medio enfocado en niños y jóvenes que cuenta con un bloque llamado ‘Educación financiera’, donde comparten claves para entenderla.
Hoy en día, el tablero del periodismo económico está compuesto de unos actores nuevos: la inteligencia artificial, los algoritmos, los bulos, los creadores sin conocimientos económicos o los objetivos de unos medios que priman el volumen por encima de la calidad de lo explicado.
Entonces, ¿cómo se puede evitar el ruido que aleja tanto a la gente que quiere informarse como a la que ya llega con un prejuicio?
Algunos periodistas han concluido que, frente al uso de la inteligencia artificial, la proliferación de las fake news y el mar de contenidos, se necesita un ancla informativa y unos nombres creíbles: los de los periodistas especializados.
Esta nueva realidad ya ha traído consigo el aumento en las visitas a cabeceras tradicionales en ciertos países, pero… ¿será un movimiento que se refleje en España? Habrá que verlo.
📊 The Encuesta
En la Misión Transmedia, aprovechamos para preguntar a los periodistas y creadores de contenido presentes acerca de los desafíos del periodismo económico en los próximos años. Algunos detalles sobre quiénes respondieron:
Entre los presentes, una mayoría formaban parte de medios tradicionales como la radio, la prensa escrita y la televisión, así como las cabeceras digitales, pero casi el 50 por ciento trabajan ahora con redes sociales o newsletters como la que estás leyendo.
Más de la mitad de los asistentes lleva menos de tres años dedicándose al periodismo económico, pero un 21 por ciento ha estado en el sector durante más de siete.
Una abrumadora mayoría cree que el periodismo económico necesita un reenfoque, aunque se dividen entre quienes creen que sí (58 por ciento) o que solo un poco (37 por ciento).
En otro orden de cosas, habrá un último directo para cerrar el año con la actualidad internacional más relevante y pegar un vistazo a lo que está previsto para el 2024.
Será este jueves a partir de las 19:00 CEST en mi canal de Twitch.
Feliz jueves,
Posdata: qué es este extraterrestre.
Es fácil vislumbrar un futuro en el que actores nocivos en países con menos regulaciones que la Unión Europea buscarán la forma de copiar páginas web enteras para reescribirlas y optimizarlas con IA y así robar audiencias a medios legítimos.