14 de diciembre | Nueva York
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👨👩👧👦 Pato al rescate
Lo importante. La Casa Blanca mostró esta semana su disposición a ofrecer concesiones a los republicanos con tal de extender unos créditos fiscales para familias con niños que redujo de forma drástica la pobreza infantil y la insuficiencia alimentaria de millones de niños.
La administración de Joe Biden cambia así una postura por la que había estado rechazando requerir empleo a los padres de las familias beneficiadas por el programa.
Contexto. Desde la Casa Blanca saben que estos meses de sesión del pato cojo probablemente sean su última oportunidad para aprobar una extensión de la ley que se puso en marcha durante la administración de Donald Trump.
Biden y los demócratas aprobaron en 2021 una versión más generosa del programa, pero no pudieron extenderla tras la reticencia del senador demócrata moderado Joe Manchin.
La nueva versión nace de la iniciativa de varios senadores republicanos que están conformes con el propósito general de la ley, pero no con su amplitud.
Explícamelo. Con los demócratas a apenas unas semanas de perder la mayoría en la Cámara de Representantes, Biden y los demócratas necesitan el apoyo de al menos 10 senadores republicanos para pasar el escollo de la cámara alta.
Una vez en enero, es improbable que el próximo presidente de la Cámara de Representantes, muy posiblemente el republicano Kevin McCarthy, esté dispuesto a considerar una ley tan del gusto de Biden.
¿Y ahora? Los demócratas tienen también que lidiar con una ley omnibus de presupuestos que de la misma forma requiere 10 votos republicanos en el Senado.
Esa ley sirve para aprobar los presupuestos de multitud de departamentos del gobierno federal y, de no aprobarse, pone en riesgo la financiación de un número elevado de programas públicos.
La fecha límite para llegar a un acuerdo bipartidista es el próximo 16 de diciembre, aunque hay opciones para alargar las negociaciones una semana más.
En esta newsletter, queremos explicar qué hacía exactamente el crédito fiscal para familias, qué impacto tuvo en los estadounidenses y qué consideraciones políticas están en la primera plana ahora mismo.
💸 Recortando pobreza infantil
En 2018, la Ley de Empleos y Reducción de Impuestos del presidente Trump reescribió el código tributario para, entre otras cosas, ofrecer un mayor alivio fiscal a las familias con hijos menores de 17 años.
La ley federal aumentó el Crédito Tributario por Hijos (CTC) para que las familias pudieran deducir hasta 2.000 dólares anuales de sus impuestos por cada hijo dependiente. Si el crédito era mayor que lo que debían en impuestos, obtenían un reembolso.
Sin embargo, 23 millones de niños no eran elegibles para el CTC en aquel momento. Irónicamente, eran de aquellas familias que más necesitaban el alivio económico: las que percibían ingresos tan bajos que no calificaban para el pago de impuestos.
Según la ley, el crédito se aplicaba “gradualmente” con los ingresos. De esta manera, los padres de familias tipo (dos adultos, dos hijos) debían ganar 36.000 al año para calificar para el CTC, lo que excluía a una tercera parte de los niños del país.
Atendiendo a esto, durante los primeros meses de la administración de Biden, el CTC se amplió.
El programa llegó a otorgar hasta 3.600 dólares anuales por niño en alivio fiscal a los padres, incluyendo aquellas familias de bajos ingresos que antes no eran elegibles.
Es decir, para aquellas familias con ingresos suficientes como para pagar impuestos, el beneficio llegaba en forma de alivio fiscal.
Las familias de ingresos tan bajos que no pagaban impuestos obtenían directamente un depósito con la suma correspondiente.
Además, el American Rescue Plan de Biden y los demócratas incluía una provisión para enviar la mitad de ese crédito fiscal en pagos mensuales para ayudar a las familias a cubrir gastos y no tener que esperar a la declaración de impuestos anual. Los logros del programa fueron increíbles:
El CTC llegó a más de 60 millones de niños y sacó a 3.7 millones de ellos de la pobreza en su último mes, provocando una caída histórica en la tasa nacional de pobreza infantil, que se redujo casi a la mitad, según la Oficina del Censo.
La insuficiencia alimentaria en hogares con niños se redujo en un 26 por ciento en el momento en el que llegó el primer pago del CTC, según un estudio de Boston University.
Considerando la crisis económica que padecieron las familias de clase trabajadora debido a las restricciones preventivas por la pandemia, no es un dato menor.
🏛️ Condenados a entenderse
El programa fue tan popular y positivo para las familias estadounidenses que incluso algunos republicanos quisieron rescatarlo de alguna forma cuando la falta de acuerdos permitió que las ayudas expiraran a finales del 2021.
Parte del porqué de esa fecha de caducidad tiene nombre y apellido: el senador demócrata Joe Manchin consideró que el programa era demasiado amplio y que necesitaba incluir un requerimiento de empleo.
Varios senadores republicanos mantienen la misma postura: ofrecer créditos fiscales tan generosos podría desincentivar que muchos padres busquen trabajo porque les basta con las ayudas para mantenerse.
Liderados por el senador Michael Bennett, los demócratas llevan meses buscando alguna concesión con la que ganar el apoyo de suficientes senadores republicanos para extender CTC.
Una opción es incluir nuevos recortes de impuestos a las corporaciones, específicamente ayudar a las empresas a desgravarse sus inversiones en Investigación y Desarrollo
.Otra es aumentar lo suficiente el presupuesto de defensa en la ley omnibus como para que los gastos totales en programas de no-defensa sean comparativamente inferiores
.
Esas dos concesiones parecen no ser suficientes para los republicanos. Y no solo podrían terminar siendo una realidad, sino que además los demócratas también acabarían cediendo en un tercer apartado: el requerimiento laboral. Aquí hay dos posturas:
Los demócratas, liderados por Bennett, quieren que los créditos fiscales ayuden también a familias que ganan muy poco o nada porque consideran que son las que más lo necesitan.
Los republicanos, liderados por Mitt Romney, están de acuerdo en que el programa debería ser más amplio que el que ellos mismos aprobaron en 2017, pero que debe haber un mínimo de requerimientos para quienes se beneficien del mismo.
El requerimiento de empleo promete ser el último escollo a sortear porque la administración de Biden y los grupos progresistas llevan años oponiéndose a este tipo de provisiones.
Por un lado, argumentan que termina haciendo daño a las familias y especialmente a los niños que más lo necesitan, atentando de forma directa contra su salud y su futuro.
Por otro, rechazan los argumentos de republicanos y moderados que alegan que muchos padres dejarían de trabajar si empiezan a percibir ese dinero.
Cito a Elaine Maag, del think tank no partidista Tax Policy Center:
“Yo, junto con mis colegas del Urban Institute, utilicé los datos de una encuesta de 2020 y 2021 para ver si las personas que recibieron los pagos mensuales del CTC eran menos propensas a trabajar mientras recibían los pagos que las que no lo recibían. No encontramos evidencia de que los destinatarios de CTC trabajaran menos.
Otra encuesta en la que trabajé concluyó que alrededor de una cuarta parte de los padres usaban el CTC ampliado para pagar el cuidado infantil, algo que a menudo hace posible el trabajo. Investigadores de la Universidad de Columbia tampoco encontraron caídas significativas en el empleo por parte de los beneficiarios de CTC, al igual que otros académicos que analizaron a familias de bajos ingresos.
Pero algunos economistas insisten en que, a largo plazo, más de 1,5 millones de adultos dejarían de trabajar si percibieran el crédito completo sin tener que trabajar. Un análisis cuidadoso sugiere que esta afirmación es probablemente exagerada”.
En los próximos días, Romney, Bennett y el equipo de Biden negociarán un punto intermedio que analizaremos en esta newsletter porque su aprobación tendrá implicaciones profundamente positivas para millones de niños estadounidenses y sus familias, haya requerimiento de empleo o no.
¿Desea saber más? En Brookings Institution tienen un buen análisis del CTC. Y en Tax Policy Center también han publicado un análisis del plan de ampliación del CTC propuesto por Romney y otros dos senadores republicanos que amplía la horquilla de familias que podrán desgravarse impuestos a ingresos bastante altos.
🎬 Una recomendación
Con la colaboración de Filmin
Por Emilio Doménech
Un asunto de familia es una película japonesa de 2018 dirigida por Hirozaku Kore-eda. Sigue las aventuras de una familia nipona de clase trabajadora que subsiste a base de pequeños robos y acaba haciéndose cargo de una niña que vive con unos padres que la desatienden.
El filme ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes de su año y recibió una nominación al Oscar a Mejor Película en Lengua Extranjera, aunque ese último galardón acabó llevándoselo la Roma de Alfonso Cuarón.
Como casi todo el cine de Kore-eda, el cineasta es uno de los mejores a la hora de plasmar la cotidianeidad y los vínculos familiares con una mezcla de drama, comedia y costumbrismo que pocos autores son jamás capaces de transmitir.
Hay un naturalismo en las formas de dirección y una afabilidad en los personajes del guión que es difícil no sentirse profundamente conmovido por sus historias.
Pero eso es Kore-eda en general, del que ya he hablado en esta newsletter en el pasado. Con Un asunto de familia, vuelve a salirse del marco familiar tradicional para llegar casi más lejos que nunca con uno de los elencos de personajes más controvertidos de su filmografía reciente.
Imprescindible.
Un asunto de familia está disponible en Filmin.
En otro orden de cosas, es mi último día en Nueva York, así que estaré en directo para contar las mejores historias que dejo atrás en esta ciudad. Prometo muchos salseos.
Podrás seguir el directo en mi canal de Twitch a partir de las 22:00 hora peninsular española.
Feliz miércoles,
Posdata: lo de los gemelos.
En Estados Unidos, la llamada ‘lame-duck session’ es el periodo que transcurre entre la celebración de elecciones en noviembre y el nombramiento de los congresistas y senadores que fueron elegidos en esos comicios.
Los propios republicanos aprobaron una medida para impedirlo en su reforma de impuestos de 2017 porque eso les permitía poder recortar por otros lados. Ahora se quieren ayudar de los demócratas porque los lobbies empresariales los están presionando.
La teoría de los republicanos en este término es que los demócratas ya han aprobado suficientes programas sociales y de lucha contra el cambio climático en paquetes legislativos previos.