29 de agosto | Nueva York
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🗳 Privar el voto
Lo importante. Ron DeSantis, gobernador republicano de Florida, anunció la semana pasada la detención de 20 personas acusadas de fraude electoral durante las elecciones de 2020.
Concretamente, exconvictos que habían votado en las presidenciales pese a no haber recuperado ese derecho porque habían cometido homicidios o agresiones sexuales.
Explícamelo. La conferencia de prensa de DeSantis tenía el propósito de destacar el trabajo de la Oficina de Crímenes Electorales y Seguridad que creó a primeros de año con la ayuda de la mayoría republicana en las cámaras legislativas estatales.
Todo y pese a que el fraude electoral es muy poco común y a que muchos exconvictos desconocen si realmente tienen permitido votar o no.
Contexto. Hasta 2018, Florida era uno de solo cuatro estados en todo el país en los que las personas que han cometido crímenes tienen que pedir al gobernador que se les restituya el derecho a voto.
Las prohibiciones de ese estilo se remontan a la era Jim Crow que intentaba dificultar el acceso al voto de los afroamericanos.
Desde hace generaciones, los negros representan de forma desproporcionada la población entre rejas y con historial criminal.
¿Y ahora? Grupos de derechos civiles lucharon durante años por lograr deshacerse de esas limitaciones fundadas en la constitución estatal de Florida. En 2018, lograron proponer a referéndum la Enmienda IV que pretendía poner fin a esa lacra histórica.
📜 La Enmienda IV
En 2018, Florida aprobó por referéndum una enmienda constitucional que restauró el derecho a voto de la mayoría de los criminales condenados del estado que habían completado todos los términos de su sentencia, incluida la libertad condicional.
El 10 por ciento de la población de Florida tenía comprometidos sus derechos cívicos, por lo que su aprobación impactó a más de 1,6 millones de personas.
El 65,5 por ciento de la población del estado votó a favor del referéndum, demostrando un amplio apoyo bipartidista a la enmienda.
El objetivo de la Enmienda IV era restaurar el derecho al voto a un tipo de convicto específico: aquellos con cargos por delitos graves no violentos.
Esa distinción dentro de la categoría “delitos graves”, aquellos con posibilidad de ser encarcelados, permitió restaurar el derecho a voto a convictos con cargos como Entrar ilegalmente a un sitio en construcción o Tráfico de drogas.
Es decir, que la enmienda evitaba restaurar el derecho a voto para los presidiarios condenados por delitos graves violentos, lo que incluye delitos sexuales y homicidio.
Este último punto es el que desató la controversia con el asunto de DeSantis. Aunque la Enmienda IV no habilita a ese tipo de exconvictos a votar, el sistema electoral no tiene incorporada la distinción.
Según expone este artículo de Miami Herald, son varios los casos en los que estas personas pudieron registrarse y votar con normalidad sin ser detenidos o interrogados por sus antecedentes.
Ahora esas personas están acusadas de cometer delitos electorales, como votar como elector no calificado o por hacer falsas afirmaciones, y enfrentarán por ello sus respectivas condenas.
Gran parte del clima de confusión en torno a la Enmienda 4 es mérito de los propios republicanos. En su momento, la implementación de la enmienda se vio empañada por disputas legales.
La legislatura estatal había aprobado un proyecto de ley que requería que los delincuentes que quisieran votar debían pagar primero todas sus multas y tarifas pendientes con el estado.
Casi el 80 por ciento de los criminales de Florida deben dinero a las cortes. La gran mayoría de ellos, por “tarifas de usuario” que acumulan por solicitar un abogado de oficio (50 dólares), por llegarlo a usar (100 dólares) o para pagar el coste del procesamiento.
Todo esto, aun a sabiendas de que:
El estado de Florida no tiene una base de datos centralizada que permita rastrear las tasas judiciales con eficiencia.
Algunos exconvictos pueden acumular deudas en los miles o las decenas de miles de dólares, cifras en muchos casos inasumibles para personas que acaban de salir de prisión.
🕵️♂️ Confusión mal pagada
El resultado es un estado de confusión generalizada de muchos convictos con respecto a sus derechos electorales que terminan detenidos por voto fraudulento. A veces, porque no encuentran respuesta en el sistema de registro para votar.
Una investigación de ProPublica desveló que la falta de un sistema centralizado, sumado a la falta de coordinación con las autoridades electorales, dificulta que los exconvictos sepan si han recuperado o no su derecho a votar.
Otro reportaje del mismo medio descubrió que algunos exconvictos recibieron formularios de registro para votar pese a que tenían deudas pendientes que no sabían que debían ni que eso les hacía ineligibles para votar. Ahora, se enfrentan a posibles penas de prisión por fraude electoral.
El caso de los excovinctos acusados de fraude electoral es en realidad una excepción minoritaria entre los más de 15 millones de votantes que participaron en el ciclo electoral de 2020.
De los más de 400.000 exconvictos que han salido de prisión desde 1997, poco más de 30.000 se registraron entre que la enmienda tomó efecto a primeros de 2019 y las elecciones de 2020, según uno de los análisis de ProPublica.
Pero ese análisis solo tiene en cuenta a personas que han estado en prisión y que salieron de ella en algún punto desde 1997. Es probable que la cifra se acerque más a los 50.000 exconvictos registrados para votar.
En su rueda de prensa, DeSantis destacó que la oficina especial que había creado con la ayuda de sus aliados republicanos había detenido a solo 20 personas.
Cinco de ellos ni siquiera sabían que eran ineligibles para votar con motivo de sus condenas por homicidio o delito sexual, según entrevistas del Tampa Bay Times.
En documentos judiciales presentados en cinco condados, la mayoría dice que al menos un organismo gubernamental oficial les indicó incorrectamente que podían votar. También se les permitió registrarse y les fueron enviadas tarjetas de votante por correo, según información recabada por POLITICO.
Alguno de ellos dijo que solo se registró después de recibir en el buzón un formulario con el que registrarse para votar y pensar que no sería ilegal hacerlo.
Ahora, son acusados de un crimen del tercer grado que puede resultar en multas de hasta 5.000 dólares y hasta cinco años de prisión.
La conferencia de DeSantis se suma a la detención de otras 10 personas en el último año que habían votado pese a tener deudas pendientes con el estado, lo que les hacía ineligibles según la ley promulgada por DeSantis y los republicanos.
Algunos de esos detenidos alegan que nadie les explicó con claridad por qué votar podía granjearles acusaciones de fraude electoral.
Otros ni siquiera podían comprobar cuál era el monto total que debían o si les quedaban deudas en otros estados por culpa de la falta de una base de datos centralizada que poder consultarlo.
🚫 El verdadero propósito
Dada la excepcionalidad de los casos, el anuncio de DeSantis puede tener dos propósitos:
O bien quiere limitar que otros exconvictos voten de forma fraudulenta porque el estado es incapaz de coordinar una base de datos que les impida registrarse en primer lugar.
O bien quiere que los exconvictos tengan miedo a votar porque se registrarían por el partido demócrata de forma desproporcionada, según el análisis de ProPublica de los 31,400 que así lo han hecho entre 2019 y 2020.
La ley de los republicanos que exigía el pago de deudas ya ha limitado lo que los ciudadanos de Florida aprobaron por referéndum con la Enmienda IV. Y con ruedas de prensa como la de DeSantis, el miedo entre miles de exconvictos que ya podrían votar sin enfrentar consecuencias legales solo hará que crecer.
Detallito: DeSantis destacó en su conferencia que la mayoría de los 20 detenidos se habían registrado para votar en condados donde ganan los demócratas de forma abrumadora. De los cuatro hombres acusados de votar varias veces en el bastión republicano de The Villages nunca hizo rueda de prensa.
¿Desea saber más? En Bolts Magazine suelen hacer un gran seguimiento de cómo los republicanos siguen atentando contra el derecho a voto en todo el país. Taniel es su editor en jefe y es la mejor fuente para seguir el día a día de ese frente en Twitter.
🎬 Una recomendación
Con la colaboración de Filmin
Por Emilio Doménech
The House I Live In (2012) es un documental de 2012 dirigido por Eugene Jarecki. Hace un seguimiento de la guerra contra las drogas iniciada en Estados Unidos a finales de los años 60 y las consecuencias trascendentales que tuvo sobre la comunidad afroamericana del país.
Ganó el Gran Premio del Jurado en el Festival de Sundance de su año, aunque Jarecki se haría famoso años después por dirigir para HBO la serie documental The Jinx, de la que por cierto no soy demasiado fan.
Este trabajo anterior es una oportunidad perfecta para explorar los pilares del racismo institucional de Estados Unidos a través de una de sus mayores lacras recientes.
Jarecki entrelaza multitud de personajes y narrativas en la misma película, viajando desde Iowa hasta New Mexico, pasando por Nueva York, y retrata las raíces y los frutos (podridos) de la guerra contra las drogas.
Incluso mete parte de su vida personal a través de los ojos de la que fue la niñera y ama de casa de su familia durante años —algo que aprecio que haga sin excesos dramáticos.
Y aunque a veces esa cantidad de líneas argumentales hace que el documental pueda sentirse un tanto disperso, o incluso abrumador, todo coge forma en el tramo final.
Y lo que muestra Jarecki es una compleja trama de decisiones gubernamentales que han dejado un sistema de justicia criminal repleto de desafueros y sin una clase política dispuesta a ver más allá del statu quo.
The House I Live In está algo desactualizado y ya se están tomando pasos para resolver algunos de los peores legados de la guerra contra las drogas que relata, pero sirve como otro ejemplo bien contado de cómo, cada cierto tiempo, el racismo institucional toma nuevas formas en Estados Unidos.
The House I Live In está disponible en Filmin.
🌟 Sabemos el secreto
Por Anita Pereyra
Lo importante. El movimiento body positive1 tiene un nuevo himno. La canción 'Victoria 's Secret', de la tiktoker y cantautora JAX, se viralizó durante el mes de agosto y logró entrar en la lista de éxitos estadounidenses Billboard Hot 100.
La canción hace un juego de palabras con Victoria 's Secret, marca de lencería femenina conocida por replicar cánones de belleza inalcanzables, para criticar a la industria que “hace dinero con inseguridades sobre el cuerpo”.
“Conozco el secreto de Victoria; fue creada por un tío”. En concreto, JAX se refería al consejero delegado de la que durante décadas fue compañía matriz de Victoria’s Secret, el multimilmillonario Les Wexner, y no a quien la fundó, un hombre de Connecticut con una historia bastante más trágica.
Wexner vendió sus acciones de Victoria’s Secret en 2021.
Contexto: JAX acumula varios millones de seguidores en TikTok, plataforma en la que publica regularmente sus canciones y reinterpretaciones de temas conocidos, usualmente con diversos invitados que tienen algo que decir.
Tiene esta, donde comentan las ventajas de medir por debajo del metro cincuenta con una reinterpretación de New Rules de Dua Lipa.
También esta, donde trabaja una campaña de concienciación sobre el autismo y busca normalizar interacciones sociales con personas neurodivergentes.
‘Victoria’s Secret’ nació como una canción dedicada a Chelsea, la niña que JAX visita regularmente con su empleo de niñera. Chelsea, de 13 años, había ido de compras a una tienda Victoria’s Secret con sus amigas y recibió comentarios negativos sobre su cuerpo en el proceso.
JAX, quien reconoce haber tenido problemas alimenticios y dismorfia corporal a la edad de Chelsea, escribió la canción con todas las cosas que “desearía que alguien me hubiera dicho a mí”.
Aquí se la enseña por primera vez.
“Desearía que alguien me hubiera dicho cuando era más joven que no todos los cuerpos son iguales (....) que ‘muslos gordos’ significa ‘muslos humanos normales’”
Resultados. La viralización masiva de la canción logró captar la atención de la marca en cuestión. A través de un comunicado publicado en redes sociales, la consejera delegada de Victoria’s Secret PINK pidió disculpas por este pasado oscuro de la compañía e invitó a JAX a colaborar con la marca para subsanar la cuestión.
La respuesta de JAX está en este video y me parece que deja poco más que agregar.
¿Y ahora? Mientras tanto, Victoria’s Secret se convirtió en una tendencia por la que muchas mujeres pudieron compartir sus historias con la dismorfia corporal producida por cánones de belleza impuestos y enseñaron en pantalla todo tipo de cuerpos.
Con todo, se trata de un nuevo capítulo de denuncia feminista por la opresión estética que sufren las mujeres en manos de grandes industrias que prosperan a costa de crear necesidades insanas.
Ah, y si quieres saber más acerca del intento de Victoria’s Secret de reinventarse, empieza por aquí.
En otro orden de cosas, este lunes vuelve Lunes por el mundo con los titulares más destacados que llegan desde las inundaciones de Pakistán, sequía en China, nubes en Oriente Medio, escándalos en Finlanda y Dinamarca, y violencia en Libia.
Podrás seguir el directo a partir de las 20:00 hora peninsular de España en Twitch.
Feliz semana,
El movimiento body positive (traducido, positividad corporal) nace con el objetivo de empoderar a las personas excluidas de los cánones tradicionales de belleza, visibilizando la diversidad de cuerpos y resignificando lo que entendemos por bello o estético.
🗳 Ron DeSantis: cómo intimidar votantes